Martha Arévalo es una activista que, debido a su formación jesuita, dedica su trabajo hacia los más necesitados, una de las características por la cual hoy ejerce como directora ejecutiva del Centro de Recursos Centroamericanos, CARECEN.
“Para mí es un honor haber sido nombrada como la directora ejecutiva de CARECEN, que es la organización más grande de centroamericanos en Estados Unidos”, dijo a Efe Arévalo.
La activista aseguró que este nombramiento le permitirá seguir trabajando por su comunidad, pues, recordó, desde la década de 1990 trabaja con CARECEN y fue miembro de la “mesa directiva de esta organización durante los pasados quince años”.
Nacida en 1970 en Los Ángeles, Arévalo es hija de inmigrantes salvadoreños, quienes, después que cumplió un año, decidieron regresar a El Salvador donde la actual directora de CARECEN creció para regresar a su ciudad natal cuando cumplió los 11 años.
De aquellos años en su país recuerda cuando estudiaba en la escuela de los Jesuitas el Externado San José, en San Salvador, cuando el Gobierno mandó a tirar gas lacrimógeno a una manifestación de universitarios cuando pasaba frente al colegio y las aulas se llenaron de gas, haciendo toser y llorar a los niños.
Arévalo proviene de una familia de perseguidos políticos salvadoreños y contó que agentes de la derecha asesinaron a tres de sus tíos, y, por esa razón, sus padres decidieron regresar a Los Ángeles.
Fue en Estados Unidos, donde su madre insistió para que fuera aceptada en la escuela Epiphany en la ciudad de El Monte para ser formada siguiendo los preceptos de la educación católica.
“En la Universidad Loyola Marymount (orden Jesuita) saqué en 1992 la licenciatura en Ciencias Políticas y en 1996 me gradué de la maestría en Planificación Urbana y Políticas Públicas de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA)”, contó Arévalo.
“Mi primer empleo después de estudiar mi licenciatura fue acá en CARECEN. Luego me fui a estudiar la maestría y regresé a formar parte de la mesa directiva. En enero pasado me nombraron directora interina de la organización y en este mes fui nombrada directora ejecutiva”, dijo.
Fundada en 1983, CARECEN surgió por iniciativa de un grupo de inmigrantes salvadoreños quienes buscaban crear una organización que atendiera las necesidades de los inmigrantes centroamericanos que en esa época comenzaron a llegar en gran número a Los Ángeles a causa de los conflictos armados en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
“Para entonces, además de ayudar con asesoría y trámites legales para los refugiados, otro de los objetivos de la organización era reclamar a las autoridades estadounidenses finalizar la guerra en El Salvador y los demás países de Centroamérica en los cuales Estados Unidos participaba apoyando a los gobiernos”, aclaró Arévalo.
“Hoy los objetivos son distintos, porque esas guerras terminaron hace bastante tiempo y hoy nos estamos enfocando en ayudar a la comunidad inmigrante de todos los países que vienen a nuestras oficinas, la mayoría de personas que ayudamos actualmente son mexicanos”, reveló.
Arévalo es la encargada de participar en reuniones, junto a otros activistas, con representantes políticos a nivel federal, estatal y municipal para abogar por una reforma migratoria integral para más de 11 millones de inmigrantes indocumentados en EE.UU.
En el local de CARECEN, en Los Ángeles, cada año son atendidos cerca de 60.000 personas con asesoría legal, programas de educación y liderazgo para jóvenes, ayuda los jornaleros, campañas de concienciación para adquirir la ciudadanía y posteriormente poder votar en elecciones, entre otros proyectos.