El D.C. United ha sido víctima de las lesiones durante toda la temporada. Y su técnico Ben Olsen ha tenido que ingeniárselas para poder formar su alineación partido tras partido, moviendo sus piezas disponibles al estilo de los mejores maestros de ajedrez.
Una situación que para el encuentro de vuelta de la final de la Conferencia Este el domingo 18 de noviembre frente al Houston Dynamo en el RFK, no será una excepción.
Es que a las lesiones y suspensiones de algunos de sus más importantes jugadores, se sumaron las molestias de Chris Pontius, Marcelo Saragosa y Brandon McDonald, quienes debieron abandonar por lesiones el partido de ida del domingo 11 en el BBVA Compass Stadium.
La disponibilidad de estos tres jugadores todavía está en duda para el cotejo en el RFK, haciendo la situación más crítica para el United, club que tendrá que remontar una diferencia de dos goles en contra, para al menos jugar el alargue y eventualmente ir a los tiros penales, después de su derrota 1-3 en Houston.
Y quizás por tanta incertidumbre es que durante las prácticas de esta semana en DC ha ido tomando fuerza la idea de que su lesionado capitán y máxima estrella, Dwayne De Rosario, se vista de cortos y reaparezca para tratar de ayudar a su club.
El canadiense, quien ha estado fuera de juego por dos meses por una lesión en su rodilla izquierda, ha estado entrenando por dos semanas y pudiera jugar el domingo, de acuerdo a lo inferido por el asistente técnico Chad Ashton y avalado por él. “Él está mejor de lo que nosotros nos podíamos imaginar”, dijo Ashton el martes a The Washington Post. “Estamos muy optimistas de que él pueda jugar”, agregó.
Ashton asomó la posibilidad de que De-Ro entre en la segunda mitad del partido con “minutos limitados”, una opción que De Rosario no descarta pero que igualmente tendrá que esperar por la decisión de Olsen.
“Yo me siento bien pero todavía falta para el partido”, dijo. “Si la rodilla está bien ese día, ya veremos. Yo estaré ahí para el equipo, no importa si es en la segunda fracción, en el sobretiempo, comenzando el encuentro o no jugando”, agregó el canadiense, uno de los más experimentados jugadores de la liga en este tipo de competencias.
De Rosario se lesionó el 11 de septiembre mientras cumplía compromisos con la selección canadiense y su tiempo de recuperación se estimó en 10 semanas, un período que se cumple el martes 20. Después del receso obligado, la mayor incertidumbre es por su condición física.
Pero no se descarta que pudiera ingresar en caso de que su equipo esté abajo en el marcador cuando necesitará ganar por al menos dos goles.
Empero, United pudiera jugar sin Pontius, el máximo anotador durante la temporada regular, casi una catástrofe para un equipo que ha anotado más de un gol en sólo uno de sus últimos nueve encuentros.
El miércoles, el United recibió resultados optimistas sobre las radiografías practicadas a McDonald (pantorrilla) y Saragosa (rodilla), sin embargo, Pontius podría perderse el partido ante Houston.
“Tenemos que evaluarlos día a día”, dijo Olsen el miércoles. “Ya veremos qué pasa con Chris (Pontius). Su lesión luce hasta hoy la más severa entre los tres pero igual hay oportunidad de que esté bien”, agregó el dirigente, quien se mantiene optimista sobre las posibilidades de su club.
“De ninguna manera estamos afuera. Lo lindo de esto es que nosotros podemos marcar dos goles, especialmente sabiendo que necesitamos dos goles. Va a ser divertido y un juego muy interesante”, expresó Olsen quien se ha convertido en un especialista en este tipo de eventualidades,
Antes de la salida de Pontius, Saragosa y McDonald en el partido en Houston, el DC ya estaba jugando sin sus titulares Andy Najar, defensa, y el portero Bill Hamid, por lo que en algún momento de la segunda fracción ante Houston, la mayoría de los jugadores en el terreno eran de la reserva.
Además, el mediocampista montenegrino Branko Boskovic fue forzado a jugar 90 minutos por apenas segunda vez en la temporada y el defensor Chris Korb también jugó el partido completo, después de perderse el segundo encuentro de la serie previa ante Nueva York con una lesión en la pierna.
Ante tanta adversidad, quizás el mejor estimulo para el United sea que el domingo van a jugar en el RFK, en donde no perdieron esta temporada sino el partido inaugural ante el Sporting Kansas City en marzo.
“Nosotros no podemos echarnos para atrás y tendremos que presionar. El RFK es una fortaleza para nosotros y siempre hemos estado en lo más alto de nuestro juego ahí. No tengo ninguna preocupación y sé que podemos ganar por dos o más goles contra este equipo”, dijo Nick DeLeon, autor del gol del triunfo ante Nueva York y el único del DC ante Houston.