El Black Friday, originalmente llamado así porque es el día en que los comercios abandonan los números rojos de sus libros de contabilidad y empiezan a escribir sus cuentas en tinta negra, ya es una tradición insoslayable en el país. Y si bien algunas tiendas empiezan con las rebajas unas semanas antes, los descuentos de ese día son, quizás, los más importantes del año.
La competencia es feroz, y la carrera por atraer clientes sobrepasa toda expectativa. Sin embargo, la Cámara Nacional de Comercio advirtió que las mejores ofertas para los regalos navideños no siempre se dan durante el Black Friday, según un estudio hecho por la compañía Decide, a pedido de “The Wall Street Journal”.
Para muchas familias, este día se ha convertido en una tradición en la que, después de disfrutar de la cena del Día de Acción de Gracias salen, de madrugada, a los centros comerciales en busca de ofertas incomparables. Hacen largas filas durante horas para tratar de ser los primeros.
En el Black Friday de 2011 los compradores gastaron alrededor de $398,62, según la National Retail Federation. Este año, se calcula una cifra similar o más. Las tiendas comenzarán a abrir sus puertas desde la noche del jueves 22. Algunas darán premios especiales a los madrugadores.
Hay sitios de internet que dan esa información para que los compradores puedan organizar las visitas a los diferentes lugares.
Para la peruana Carina Lazo, el Black Friday no existe en su calendario. “Ni me interesa”, dijo el sábado 17 a El Tiempo Latino. “Nunca esperé ese día para ir a comprar, ni tampoco me tientan las ofertas con las que me podría encontrar”. Lazo prefiere la tranquilidad y la posibilidad de hacer una selección más reflexiva.
Otros, sin embargo, son fanáticos de este día y se preparan durante todo el mes. Hacen sus listas y buscan por internet.
Y si bien en algunas ciudades se registraron casos de violencia por la disputa de alguno de los productos, no siempre el resultado es negativo.
El chileno Rodrigo Riquelme es uno de los fervientes seguidores del Black Friday. “Es un día que se sabe con seguridad que los precios van a ser menores que en otras épocas del año”, comentó a El Tiempo Latino el sábado 17 mientras compraba zapatitos para su hijo de un año en una tienda de Leesburg, Virginia.
Riquelme trata de estar temprano. “Desde que llegué a este país hace cuatro años, trato de aprovechar el Black Friday, especialmente para comprarme ropa. Y sé que si llego antes del mediodía voy a encontrar las mejores ofertas. Después, los precios vuelven a la normalidad y no se encuentran buenas oportunidades”.
Muchos ahorran para esperar este día, otros, cargan los gastos a las tarjetas de crédito y los van pagando poco a poco. Algunos, se endeudan más de la cuenta.
Las ventas en el Black Friday, han subido de manera casi constante desde 2003. De acuerdo con ShopperTrak, el viernes 28 de noviembre de 2003 las compras llegaron a $7.100 millones.
En 2011 los negocios tuvieron 684 millones de visitas en todo el país y las ventas fueron de $11.4 mil millones según ShopperTrak. Y se prevé que este año las cifran serán similares. Esta firma asegura que después del Viernes Negro, muchos consumidores suspenderán las compras por un tiempo.
Desde 2005 se prolongan hasta el sábado y en algunos casos, hasta el lunes, que es el día del comercio cibernético.