El presidente Barack Obama rindió homenaje el domingo 2 a “la pasión” demostrada por el actor Dustin Hoffman y la banda de rock Led Zeppelin “desde sus humildes comienzos hasta la cima de su profesión”.
Obama les entregó los premios honoríficos anuales Kennedy, uno de los más altos honores que el Gobierno estadounidense otorga al mundo de la cultura, junto con tres galardonados más: el músico Buddy Guy, el cómico David Letterman y la bailarina Natalia Makarova.
El presidente les recibió en la Casa Blanca, donde les entregó el premio en una ceremonia privada, para después asistir a una multitudinaria gala en el Kennedy Center, donde artistas y amigos dibujaron las trayectorias de los homenajeados.
A su llegada al auditorio, los premiados bromearon que lo que diferencia los premios Kennedy, elegidos por un comité artístico, de otros galardones más comerciales es que se reciben de la mano del presidente del país.
Y el presidente, en su discurso en la Casa Blanca, celebró dejar de lado por un día la política y la deuda del país: “No siempre podemos pensar en la importancia de la música, la danza y la risa para la vida de esta nación, pero ¿quién querría imaginar a Estados Unidos sin ellas?”, preguntó.
“En Estados Unidos, más que cualquier otro lugar en la Tierra, somos libres para seguir nuestras propias pasiones y explorar nuestros propios dones, allá donde nos lleven”, aseguró el mandatario.
De hecho, Obama dijo que poca gente le hace cantar, pero el premiado Buddy Guy (1936) “es uno de ellos”. Junto a él, el presidente entonó hace unos meses parte de la canción “Sweet Home Chicago”, el mayor éxito del premiado y un homenaje a una ciudad en la que Guy saltó a la fama y en la que Obama comenzó en política.