Además de grandes seductores, Nefertiti y Frank Sinatra compartían su pasión por las berenjenas. Marilyn adoraba la sopa de tomate y Casanova, las criadillas rebozadas. Son cuatro del medio centenar de personajes reunidos en “Bocados con historia”, una obra de recetas, curiosidades y apuntes de salud.
Recrear en casa el caldillo de congrio que pirraba al poeta Pablo Neruda, los fideos con alcachofas que fascinaban a la actriz Sofía Loren o los guisantes a la francesa en los que Luis XIV, el Rey Sol, creyó encontrar su fórmula afrodisíaca, es posible.
El artífice es el experto español Miguel Ángel Almódovar, quien suma con “Bocados de historia”, un nuevo libro a su particular biblioteca gastronómica, que incluye títulos como “Adelgaza y cuida tu cuerpo comiendo sano”, “Comer bien por muy poco”, “Cómo curan los alimentos”, “La fórmula Almodóvar. Los 10 suplementos nutricionales imprescindibles a partir de los 40”.
En “Bocados con historia”, Almodóvar aliña, dice en el prólogo, cada plato con “datos, reflexiones, humor y, mucho amor”, porque “somos quienes somos gracias a la cocina, y el hombre es hombre porque vive cocinando” desde el Paleolítico.
Desde entonces, las recetas culinarias han ido pasando generación tras generación como legado hasta nuestros días en “fórmulas anónimas”, o por medio de espacios divulgativos televisivos como “España paso a plato” y “De lo que come”.
Un proceso interrumpido en las últimas décadas por “una casta” de cocineros que, critica, se han colgado medallas de todos. De hecho, en “Bocados con historia” constata que los platos o recetas con nombres propios son bastante escasos, como los canelones del compositor y tragaldabas Rossini y las puntas de filete a la Cantinflas, receta económica y sabrosa de Mario Moreno.
O aquellos que fueron diseñados por grandes cocineros para ilustres hombres o mujeres de una época concreta, como los citados guisantes afrodisíacos del Rey Sol, el pollo con arroz azafranado de la Isabel II, “la Isabelona” glotona como se la conocía en su época, o el mirraustre de peras del piadoso y goloso Felipe III.
Luego están las recetas que sin patente fueron un hito en la historia de personajes reales, como el pollo a la marengo del mitómano Napoleón Bonaparte, el patriótico mondongo del “Libertador” Simón Bolívar, la corvina a la pimienta del presidente chileno Salvador Allende, la milanesa con patatas que le hacía saltar las lágrimas a Gardel.
El resto corresponde a los platos preferidos de personajes tan dispares como Salvador Dalí o Enrique VIII: al pintor surrealista le encantaba el arroz caldoso con bogavante, mientras que el monarca amaba las almejas al azafrán.
Almodóvar también ha contado con la inestimable ayuda de personajes de ficción de la talla de Jules Maigret, Pepe Carvalho, Sherlock Holmes, Guido Brunetti, Salvo Montalbano o James Bond 007 para completar sus fichas de “Bocados con historia”.
De Brunetti aprendemos la receta veneciana de penne rigate con judías rojas y panceta, de Montalbano las sardinas al beccafico y del agente 007 los tallarines con salsa genovesa.