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Hugo Chávez, el fenómeno político electoral

WASHINGTON, D.C.- Desde el mismo momento en que incursionó en el panorama político venezolano, Hugo Rafael Chávez Frías se convirtió en un fenómeno social y electoral que dominó a las masas, y fue capaz de derrotar a los diferentes candidatos presidenciales que enfrentó en su afán de llevar adelante su proyecto revolucionario.

“Por ahora” fueron las dos históricas palabras que pronunció Chávez en la mañana del 4 de febrero de 1992, después de ser capturado por las fuerzas leales al gobierno como cabecilla del fallido intento de golpe de estado contra el ex presidente Carlos Andrés Pérez.

Esa madrugada, aviones de guerra sobrevolaron y bombardearon Caracas y las principales ciudades del país, en la intentona golpista que lideró Chávez junto a un grupo de militares del llamado movimiento MBR200.

Capturado y encerrado por traición a la patria, Chávez duró sólo dos años preso al recibir más tarde el indulto presidencial del ex mandatario Rafael Caldera, quien sucedió a Pérez en la primera magistratura nacional.

De ahí en más, el ex teniente coronel se dedicó a dar forma a su proyecto político amparado en el partido que creó, el Movimiento Quinta República (MVR), con el respaldo de activistas de la vieja guardia venezolana como José Vicente Rangel y Luis Miquelena, quienes buscaron nuevos horizontes políticos amparados en la emergente figura del ex militar.

Chávez, asesorado desde sus comienzos por el ex presidente de Cuba, Fidel Castro, tomó como bandera lo que él consideró como el fracaso económico, político y social de los partidos políticos tradicionales Acción Democrática y Copei.

Ambas organizaciones políticas se repartieron el poder en Venezuela durante 40 años de democracia, desde que fue derrocada en 1958 la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y Chávez muy hábilmente supo capitalizar el descontento existente en el país con esos partidos políticos.

Entre 1995 y 1997 recorrió Venezuela, explicando su proyecto político, que se basó, principalmente, en la necesidad de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para abolir la “moribunda Constitución de 1961”, tal como él mismo la calificó el día que asumió su primer mandato el 2 de febrero de 1999.

Chávez había ganado las elecciones de 1998 con un 56% de los votos frente al 40% de Henrique Salas Römer, su más cercano contendor.

Para lograr ese primer triunfo, Chávez tuvo que derrotar a toda la derecha venezolana, que hizo esfuerzos para tratar de detener sin éxito el fenómeno político del ex militar, que cobijó prácticamente a toda la izquierda del país bajo su naciente tolda política.

Además de Salas Römer, Chávez derrotó en 1998 a la ex mis universo Irene Sáez Conde, la exitosa ex alcaldesa del municipio caraqueño de Chacao, que creyó, al igual que quienes la apoyaron, que gobernar al país sería tan fácil como la gestión que adelantó en ese gobierno regional donde tuvo millonarios recursos económicos a su disposición.

El candidato del otrora muy fuerte partido, Acción Democrática, Luis Alfaro Ucero, nunca logró sobrepasar el 2% en las intenciones de voto. Prácticamente toda la izquierda venezolana se había alineado con Chávez. Irene Sáez estaba apoyada por COPEI y Salas Römer por dos nuevos partidos “Proyecto Venezuela” y “Primero Justicia”.

Ya para mediados de 1998, Hugo Chávez era el primero en todas las encuestas. El 8 de noviembre de 1998 se realizaron las elecciones parlamentarias en las que el partido de Chávez obtuvo 49 de los 189 escaños de la Cámara de Diputados, poniendo a sonar las alarmas de la oposición. COPEI retiró su apoyo a Irene Sáez y Acción Democrática se lo retiró a Alfaro Ucero.

Ambos partidos decidieron apoyar a Henrique Salas Römer y se autodenominaron Polo Democrático.

Pero ya el daño estaba hecho. El pueblo venezolano ya estaba decidido a dar la oportunidad a Chávez, quien juró gobernar Venezuela por más de dos décadas, una meta que estuvo a punto de cumplir antes de que el cáncer apareciera en su destino después de estar trece años en el poder.

En 1999, no conforme con llegar a la primera magistratura nacional, Chávez cumplió su promesa de realizar un Referendo constituyente que fue aprobado con el 72% de los votos, dando inicio a su llamada “Revolución Bolivariana”.

Esa nueva Carta Magna obligó a realizar unas nuevas elecciones presidenciales en 2000 en las que Chávez obtuvo el 60% de los votos frente al 37,5% de su principal contendor, Francisco Arias Cárdenas, para el mandato que inició en 2001, con la nueva figura de seis años para cada período presidencial.

En 2004, se realizó un Referendo revocatorio, establecido en la nueva Constitución como una posibilidad de acabar con el mandato de seis años, si el pueblo así lo decidiera. Pero el 59% de los casi 10 millones de votantes decidieron que Chávez debía seguir en el poder.

Esos resultados fortalecieron aún más a Chávez y su partido y ese año en las elecciones regionales el oficialismo ganó 22 de los 24 estados y más del 80% de las alcaldías. La oposición se debilitó, al perder seis de las ocho gobernaciones que controlaba y la gran mayoría de las 220 alcaldías que mantenía desde el 2000.

En el 2005 hubo comicios legislativos en los que los 165 escaños de la Asamblea fueron ganados por el gobernante Movimiento Quinta República (MVR) —agrupación de la cual nació el PSUV— o partidos simpatizantes de Chávez, luego de que la oposición se retirara de la contienda alegando falta de confianza en el Concejo Nacional Electoral.

En las elecciones presidenciales de 2006 Chávez fue reelegido para su tercer mandato con un 62% de los sufragios frente al 37% del candidato opositor Manuel Rosales, prometiendo llevar a Venezuela hacia el “Socialismo del Siglo XXI”.

Un año después, Chávez promovió una reforma constitucional para tratar de alcanzar aún más poder pero

sufrió su primera derrota electoral tras años de aplastantes victorias, cuando su propuesta para reformar la Constitución y profundizar su proyecto socialista fue rechazada por un muy estrecho margen.

En 2008,  se realizaron elecciones regionales para elegir 603 cargos entre gobernadores, alcaldes y concejales. Aunque la oposición ganó emblemáticos estados y alcaldías, el oficialista PSUV logró conquistar nuevamente la mayoría de los cargos en juego.

En 2009, se activó un Referendo sobre enmienda constitucional. A fines del 2008, Chávez había propuesto un referendo para eliminar los límites a la reelección de cargos públicos fijados en la Constitución de 1999. La votación se llevó a cabo en febrero del 2009 y el “Sí” ganó con casi el 55% de los votos.

La fuerza de la revolución de Chávez no mostraba signos de debilitamiento y en las elecciones legislativas de 2010 fueron elegidos los miembros de la Asamblea Nacional (AN) hasta el 2016. El oficialismo ganó la mayoría de escaños. No obstante, la oposición celebró que el partido de Chávez no alcanzó los dos tercios de los escaños requeridos para aprobar grandes reformas.

A las elecciones presidenciales de 2012, la oposición venezolana llegó con firmes bases para derrotar a

Chávez, pero éste ganó la reelección en los comicios del 7 de octubre de 2012 con un 54,42% de los sufragios frente al 44,97% del candidato unitario de la oposición Henrique Capriles Radonski, prometiendo llevar al socialismo en Venezuela a un punto “de no retorno”.

Sin embargo, el 11 de diciembre Chávez anunció que se marchaba a Cuba para operarse nuevamente del cáncer que lo afectó, viaje que le impidió estar presente en Caracas el 10 de enero de 2013 en la toma de posesión de su nuevo mandato.

Sin duda, una cronología de hechos que ciertamente lo registró en la historia como un fenómeno político, electoral y social en Venezuela y América Latina pero que para la desgracia de Chávez y sus seguidores, la  enfermedad del cáncer se encargó de truncar.

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