
Socorristas asisten a los heridos en la línea de meta del maratón de Boston, cerca de donde ocurrieron dos explosiones, el lunes 15 de abril.

Más de 140 personas resultaron heridas a causa de las explosiones del 15 de abril.

Policías frente a un maratonista que cayó al suelo al estallar una de las bombas.

Miles de los espectadores de la maratón entraron en pánico al ver las horribles escenas. Rescatistas asisten a una mujer herida.

Socorristas ayudan a un niño y a su madre que resultaron con heridas menores tras las explosiones en la Maratón de Boston.

Rescatistas ayudan a un hombre que sangraba tras las heridas que sufrió por las explosiones de las bombas en Boston.

Varias personas cayeron al suelo por la fuerza de las explosiones del 15 de abril.

Una maratonista llora al ver la tragedia que dejó a tres muertos y más de 140 heridos en la Maratón de Boston al estallar dos bombas.

La Policía redobló la seguridad en las calles aledañas a donde ocurrieron las explosiones el 15 de abril.

El 16 de abril policías patrullaban las calles y las estaciones de metro en varias ciudades. Estados Unidos declaró alerta máxima.
La Federación Internacional de Atletismo ha emitido un comunicado en el que manifiesta que está “conmocionada y consternada” por el atentado terrorista durante la disputa del maratón de Boston, Massachusetts.
“La Asociación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF), junto con la comunidad mundial de atletismo, está conmocionada y consternada por los trágicos acontecimientos que se han producido en Boston con motivo del maratón anual de la ciudad”, indica en la misiva.
“El deporte del atletismo ofrece su más sentido pésame y condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos y heridos en este horrendo hecho”, apunta la IAAF, que agrega que condena este atentado.
Al menos tres personas resultaron muertas, entre ellas un niño de ocho años, y más de 140 fueron heridas, 17 en estado crítico, como resultado de dos bombas que explotaron en un breve lapso cuando el maratón de Boston, el más antiguo del mundo, se encaminaba a su final.
El senegalés Lamine Diack, presidente de la IAAF, asegura que esta asociación “está de luto por los fallecidos en Boston” y ofrece sus condolencias personales y su más sentido pésame a las familias de fallecidos y heridos.
Diack califica de “horribles y cobardes ataques al corazón mismo de la más libre de las actividades humanas”. “Ya sea como un corredor aficionado o un competidor de elite, correr ejemplifica el camino y el movimiento humano básico fuerza y resistencia”, dice.
Diack asegura que la IAAF mantiene su firme apoyo a los organizadores del maratón de Boston y condena de nuevo “este ataque sin sentido” y “vil”.
“En los maratones de todo el mundo participan personas con abnegados actos de generosidad humana. Se consiguen millones de dólares para donaciones en estas carreras y toman parte miles de voluntarios que dedican su tiempo a que todo funcione. Las calles están llenas de innumerables millones de espectadores que desinteresadamente aplauden animan y muestran lo mejor de la actividad humana”, comenta.
“No puede haber ninguna excusa, ninguna causa que pueda justificar estas explosiones en Boston”, concluye el presidente de la IAAF.
Por su parte, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, ha lamentado que un incidente como el ocurrido en Boston haya afectado a una prueba “especial, casi mágica, como es el maratón”.
“Mis pensamientos y los de todo el Movimiento Olímpico están con las víctimas, sus amigos y sus familias”, ha dicho Rogge tras el atentado.
“Un maratón es una prueba especial, casi mágica que reúne a diferentes comunidades con un objetivo común, y estoy seguro de que este incidente servirá para unir a todos los que tomaban parte y a todos los que apoyaban esta prueba, con un mismo propósito”, ha señalado el presidente del COI, en declaraciones facilitadas por el organismo olímpico.