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Este puede ser el año en que el Congreso de Estados Unidos decida qué hacer con los millones de inmigrantes que viven sin autorización en Estados Unidos. Después de años de estancamiento en el tema, las propuestas hacen barullo en Washington.

Por lo pronto, ha acaparado la atención una iniciativa del Senado. Tiene 844 páginas y su nombre dice mucho: Ley de 2013 para la Seguridad Fronteriza, la Oportunidad Económica y la Modernización de la Inmigración”.

¿Qué contiene la iniciativa? ¿Hay algún Plan B? Y, ¿quiénes son estos inmigrantes, una vez que se mire más allá de las grandes cifras?

A continuación ofrecemos una buena dosis de hechos, cifras y otra información para ayudar a entender el debate sobre la inmigración:


¿POR QUE AHORA?

Desde hace varios decenios ha habido grandes problemas con la inmigración en Estados Unidos.

El presidente George W. Bush trató de cambiar el sistema y fracasó. El presidente Barack Obama prometió reformarla en su primer periodo de gobierno pero no lo hizo.

En su segundo periodo considera la inmigración como una prioridad y los republicanos también parecen dispuestos a negociar.

¿A qué se debe esta nueva solución negociada?

Obama ganó el 71% del voto hispano en la reelección de 2012 y tiene una deuda con ese grupo. Los comicios del año pasado también enviaron un mensaje inequívoco a los republicanos de que no pueden ignorar a este grupo decisivo de electores.

Ha sido el tipo de cambio fundamental que rara vez ocurre en la política. Además, hay una mayor presión de líderes empresariales, quienes desean facilitar que Estados Unidos atraiga a inmigrantes con un alto nivel académico y traiga legalmente más trabajadores poco cualificados, como los agrícolas.


¿CUAL ES EL PROBLEMA?

La “reforma integral de la inmigración” generalmente se centra en cuatro preguntas clave:

—Qué hacer con los más de 11 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin autorización legal.

—Cómo hacer más estricta la seguridad en la frontera.

—Cómo evitar que las empresas contraten a personas que viven sin autorización en el país.

—Cómo mejorar el sistema de inmigración legal, que ahora es tan complicado que el adjetivo “bizantino” sale a relucir con demasiada frecuencia.


¿QUIENES SON EL GRUPO DE LOS OCHO?

Un grupo de cuatro senadores demócratas y cuatro republicanos que elaboraron un proyecto de ley que daría una solución a las cuatro interrogantes. En pocas palabras, la propuesta reforzará los controles fronterizos, permitirá un número mayor de trabajadores más cualificados y poco cualificados, obligará a los empleadores a verificar la condición legal de sus trabajadores y abrirá la oportunidad para que quienes ingresaron de manera ilegal en el país se conviertan en ciudadanos.


¿EXISTE UN PLAN B?

Hay además un plan C y un plan D.

Obama tiene su propio plan de respaldo en caso de que fracasen las conversaciones en el Congreso, pero ha dado su apoyo a la iniciativa del senado, a la que ha descrito como un acuerdo valioso.

En la Cámara de Representantes, el republicano Bob Goodlatte, jefe de la Comisión Judicial de la Cámara Baja, dice que su comisión abordará uno por uno los principales problemas de la inmigración, en lugar de comenzar con un sólo proyecto amplio.

Por separado, hay un grupo bipartidista de la Cámara de Representantes que está trabajando en la legislación.

Obama afirma que se mantendrá abierto a las diversas propuestas, pero el acuerdo definitivo tiene que resolver todos los puntos importantes.


LOS INMIGRANTES

Una cifra récord de 40,4 millones de inmigrantes viven en Estados Unidos, lo que representa 13% de la población. Más de 18 millones son ciudadanos naturalizados, 11 millones son residentes permanentes o temporales con permiso legal y más de 11 millones están en el país sin autorización, según el Centro Hispano Pew, una organización privada de investigaciones.

Los que están en el país sin autorización representaban 3,7% de la población de Estados Unidos en 2010. Aunque la inmigración en general ha aumentado constantemente, la cifra de los que viven en el país sin autorización tocó su máximo en 2007 con 12 millones.


¿DE DONDE VIENEN?

El 29% de las personas nacidas en otros países que viven en Estados Unidos, aproximadamente 11,7 millones, llegó de México. Aproximadamente 25% llego del Sur y Este de Asia, 9% del Caribe, 8% de Centroamérica, 7% de Sudamérica, 4% del Oriente Medio y el resto de otras regiones.

Las diferencias en las cifras son abismales en el caso de los inmigrantes sin autorización: una cifra estimada en 58% son de México. La cifra más cercana es 6%, de El Salvador, indica el gobierno.


¿DONDE VIVEN?

California tiene la mayor proporción de inmigrantes, con 27%, seguida por Nueva York, Nueva Jersey, Florida, Nevada, Hawai y Texas, según el Instituto de Políticas de Migración, un grupo privado que se especializa en temas de la inmigración mundial.

California tiene la mayor proporción de inmigrantes sin autorización, con 25%, seguida de Texas con 16%. Florida y Nueva York tienen 6% y Georgia 5%, según el Departamento de Seguridad Interior.


¿COMO ENTRAN?

Pudiera decirse que algunos entran por la puerta delantera, otros por una lateral y otros por la puerta trasera, según un informe de la Oficina de Referencia de Población, un grupo privado.

—Los que llegan por la puerta delantera: personas patrocinadas legalmente por sus familiares o patrones, refugiados y solicitantes de asilo, así como inmigrantes que ganan visas en la lotería anual de “diversidad”.

—Por la puerta lateral: los que llegan legalmente para una estancia temporal, como los que tienen visa para visitar, trabajar o estudiar en el país. Hay decenas de tipos de visas de no inmigrante, como por razones de negocios, atletas y artistas. Los visitantes de decenas de países ni siquiera necesitan visa.

—La puerta trasera: un poco más de la mitad de los que están en el país sin autorización han llegado por la puerta trasera, evadiendo los controles fronterizos, calcula el Centro Hispano Pew. El resto llego legalmente pero no se marchó cuando debía hacerlo o de otra forma infringió los términos de su visa.


¿ES UN DELITO?

Estar en Estados Unidos sin autorización no es un delito en sí, es una infracción civil.

Entrar al país sin autorización es un delito menor. Volver a entrar al país sin autorización después de haber sido expulsado de manera formal puede ser un delito mayor.

El Centro Hispano Pew calcula que un poco menos de la mitad de los emigrantes no autorizados que viven en el país no entraron ilegalmente. Se quedaron más tiempo del que les permitía su visa, abandonaron la escuela o de otra manera infringieron las condiciones de su visado.


¿COMO DEBE DECÍRSELES?

Hay numerosas opiniones, igualmente fuertes, sobre la mejor manera de referirse a los más de 11 millones de personas que viven en Estados Unidos sin autorización.

¿Inmigrantes ilegales?

¿Trabajadores indocumentados?

¿Población no autorizada?

¿Extranjeros ilegales?

La última versión por lo general ya no se usa. Algunos inmigrantes han lanzado una campaña para eliminar la palabra “ilegal” en el debate sobre ellos, alegando que es deshumanizante para referirse a una persona.

“Trabajador indocumentado” con frecuencia no es un término exacto porque muchos no son trabajadores y algunos tienen documentos de otros países. Los informes del Departamento de Seguridad Interior usan “inmigrantes no autorizados”, pero la entidad también usa “extranjeros capturados” en sus informes estadísticos.


LAS DEFINICIONES:

—Residentes permanentes legales (LPR, por sus siglas en inglés): personas que tienen autorización para vivir permanentemente en Estados Unidos pero no son ciudadanos estadounidenses. En su mayoría pueden solicitar la ciudadanía a los cinco años de recibir su tarjeta verde. En 2011, 1,06 millones de personas recibieron la tarjeta verde.

—Refugiados y asilados: personas que vienen a Estados Unidos para evitar la persecución en sus países de origen. ¿Cuál es la diferencia entre los dos términos? Los refugiados son personas que solicitan un estatus de protección antes de llegar a Estados Unidos. Los asilados son los que solicitan ese estatus al llegar al país o después.

—Naturalización: el proceso por el cual los emigrantes toman la ciudadanía estadounidense.


¿ES VERDE?

¿Existe realmente una tarjeta verde? Por supuesto que sí.

La Tarjeta de Residente Permanente se expide a personas autorizadas para vivir y trabajar en Estados Unidos de manera permanente. En 2010 el gobierno la rediseño para agregarle funciones de seguridad, y hacerla verde de nuevo.

Las tarjetas han cambiado de color a lo largo de los años. Las nuevas tarjetas verdes son válidas por 10 años para los residentes permanentes legales y dos años para los residentes condicionales.


OPCION PARA LA CIUDADANIA

Se habla mucho de crear un “camino a la ciudadanía” para los inmigrantes que están en Estados Unidos sin estatus legal. Pero no hay consenso sobre cuál debe ser ese camino, y algunos conservadores rechazan la idea de plano por considerarla equivalente a una amnistía.

Hay un debate vigoroso sobre qué condiciones deberían cumplir los inmigrantes que viven sin autorización en el país para poder solicitar la ciudadanía: pagar impuestos o cargos, someterse a una verificación de antecedentes penales, etc.

Algunos republicanos desean ver primero una mejora en la seguridad fronteriza y saber con certeza si las personas que están con autorización en el país se marchan cuando les corresponde. Obama no apoya la vinculación de la seguridad fronteriza con el camino a la ciudadanía.

Varios conservadores desean otorgar a los inmigrantes que viven en el país sin autorización algún tipo de estatus legal, pero no la ciudadanía. Aproximadamente 43% de la población del país opina que los que están aquí sin autorización deben ser elegibles para solicitar la ciudadanía, una cuarta parte piensa que solo se les debe permitir la solicitud de la residencia permanente y aproximadamente la misma proporción opina que no se les debe permitir quedarse legalmente, según los resultados de una encuesta del Centro Hispano Pew dados a conocer en marzo.


¿AMNISTIA?

Nada crea más alboroto que hablar de amnistía para los inmigrantes que viven en el país sin autorización, aunque hay mucho desacuerdo sobre cómo definir el término.

Una iniciativa en 2007 para reformar el sistema de inmigración, liderada por Bush, fracaso en parte porque los republicanos rechazaron que incluyera un proceso para dar la posibilidad de tomar la ciudadanía a inmigrantes no autorizados pero que de otra manera eran respetuosos de la ley. Los críticos alegaron eso sería ofrecer una amnistía.

Todas las partes saben que no es práctico hablar de devolver a más de 11 millones de personas a sus países de origen. De esta forma, existe ahora el gran reto de encontrar una forma aceptable de buscar una solución al estatus de los que viven en el país sin autorizaciones.

Quienes apoyan la iniciativa del Senado subrayan que los inmigrantes sin autorización tendrán un trámite más largo y más difícil para lograr la ciudadanía bajo ese plan que los inmigrantes que se sujeten a las normas.


EL APLAZAMIENTO

Mientras el debate general sobre la inmigración se mantiene, el gobierno ya ofrece a unos 1,76 millones de inmigrantes no autorizados una forma de evitar la deportación, al menos por ahora.

Obama anunció en junio un programa que aplaza la deportación para muchas personas a quienes trajeron al país cuando eran niños. Los solicitantes del aplazamiento deben haber llegado antes de cumplir 16 años, tener ahora menos de 31 años, ser graduados de secundaria, estar estudiando o haber servido en las fuerzas armadas. No pueden tener antecedentes penales serios o significar una amenaza a la seguridad pública o nacional.

El programa de Solicitud de Suspensión Temporal de la Deportación para los que llegaron cuando eran niños recibe un promedio de 3.300 solicitudes diarias. Para mediados de marzo, casi 454.000 personas lo habían solicitado y más de 245.000 fueron aprobadas; las autoridades estudian los casos de la mayoría del resto.

De alguna manera el programa se basa en la fracasada iniciativa legislativa DREAM Act, que habría dado a muchos inmigrantes jóvenes no autorizados un camino a un estatus legal. El programa de Obama no les ofrece un estatus legal, pero al menos los protege de la deportación durante dos años.


HISTORIA; LAS OLAS MIGRATORIAS

Estados Unidos está en su cuarta y mayor ola inmigratoria.

La primera ocurrió en la era colonial. La segunda ocurrió entre 1820 y 1870 con la llegada de inmigrantes de Europa Occidental y del Norte. En su mayoría eran alemanes a irlandeses, pero la fiebre del oro y la oferta de empleos en el ferrocarril transcontinental también atrajo a muchos inmigrantes chinos.

En el decenio de 1870 la inmigración declinó debido a los problemas económicos y a leyes restrictivas.

La tercera ola, ocurrida entre 1881 y 1920, trajo al país a más de 23 millones de personas, en su mayoría de Europa Oriental y del Sur, que aprovecharon los viajes transatlánticos baratos y la demanda de empleo.

Entonces ocurrió la Gran Depresión y entraron en vigor nuevas leyes inmigratorias, más restrictivas, lo que hizo que la inmigración bajara durante varios decenios.

La cuarta ola, que sigue activa, comenzó en 1965 con el fin de los límites a la inmigración sobre la base de la nacionalidad. Los nacidos en el extranjero representaban una de cada 20 personas en el país en 1960; hoy la cifra es de uno de cada ocho.


HISTORIA: CUESTION DE LEYES

Hasta los años 1800, la inmigración era básicamente abierta. Entonces se impusieron los límites por país de origen. Y desde entonces, grandes cambios en las leyes han ayudado a generar profundos cambios en los patrones de inmigración.

Entre las leyes más notables:

—Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1965: abolió los límites por país, estableció un nuevo sistema que determinaba la preferencia sobre la base de las relaciones familiares y conocimientos necesarios, y amplió las categorías de familiares que podían entrar al país sin límites de número.

—Ley de Reforma y Control de Inmigración de 1986: legalizo a unos 2,7 millones de inmigrantes no autorizados, 84% de ellos mexicanos y centroamericanos.

—Ley de Inmigración de 1990: aumentó el limite mundial de inmigrantes a un “tope flexible” de 675.000 al año. La cifra puede ser mayor algunos años si hay cupo de visas no concedidas del año anterior.

—Ley de Reforma y Responsabilidad en la Inmigración de 1996: amplió las razones posibles para deportar a personas o declararlas inelegibles para entrar al país, hizo más expedito el proceso de deportación y otorgó a las agencias policiales estatales y locales la autoridad para hacer cumplir las leyes de inmigración.

—Después de 2001: en 2001 se comenzó a hablar de un nuevo plan de inmigración para hacer frente al asunto de los inmigrantes no autorizados, trabajadores temporales y la violencia a lo largo de la frontera con México. Pero los atentados terroristas del 11 de septiembre pusieron fin a ese plan, en medio de una inquietud cada vez mayor por la inmigración ilegal.


LA ULTIMA VEZ…

El plan de envergadura más reciente para la legalización de emigrantes, presentado en 1986, demoro seis años en aprobarse.

La ley, firmada por el entonces presidente Ronald Reagan, tenía tres componentes clave: penalizar la contratación de trabajadores no autorizados, mejorar la seguridad en la frontera y ofrecer la legalización del estatus a una buena parte de los entre 3 millones y 5 millones de inmigrantes que entonces vivían sin autorización en el país.

Los resultados fueron decepcionantes en dos frentes: la ofensiva contra la contratación de inmigrantes no autorizados fracasó, en lo fundamental porque no había una buena forma de verificar la elegibilidad para trabajar, y el fortalecimiento de la seguridad en la frontera demoró un decenio. Como resultado, la inmigración ilegal siguió aumentando, impulsada por la fuerza de la economía de Estados Unidos.

Lo que sí funciono: casi 3 millones de inmigrantes que vivían ilegalmente en el país recibieron un estatus legal. Para 2009, aproximadamente 40% se había naturalizado, según el Departamento de Seguridad Interior.


AUGE HISPANO

Las cifras del Censo muestran que entre 1960 y 2010 la inmigración desde Europa bajó, al tiempo que se disparó el número de los que llegaban desde América Latina y Asia. A medida que el origen de los inmigrantes cambiaba, lo mismo ocurrió con los lugares donde se establecían. La concentración cambio de las regiones Noreste y Medio Oeste, al Sur y el Oeste.

Cifras de la Oficina de Censo:

—En 1960, en Estados Unidos había menos de 1 millón de personas nacidas en América Latina. Para 2010 eran 21,2 millones.

—En 1960, 75% de los extranjeros que vivían en Estados Unidos procedía de Europa. Para 2010, 80% llegaba de América Latina y Asia.

—En 1960, 47% de los nacidos en el extranjero vivía en el Noreste y 10% en el Sur. Para 2010, 22% vivía en el Norte y 32% en el Sur.


LA CERCA

La cerca entre Estados Unidos y México divide a ambos países intermitentemente a lo largo de 1.055 kilómetros (651 millas) de una frontera de 3.165 kilómetros (1.954 millas). La mayor parte se ha levantado desde 2005. En algunos puntos es una estructura de malla de acero de 5,5 metros (18 pies) de alto, con alambre concertina en la parte superior. En otros puntos es una estructura de 2,5 metros (8 pies) de alto, construida con segmentos de pistas de aterrizaje portátiles de la Guerra de Vietnam.

La cerca es una de las manifestaciones más visibles de un esfuerzo masivo durante los últimos dos decenios para mejorar la seguridad en la frontera. Y los resultados de ese esfuerzo son notables. Las imágenes de multitudes de inmigrantes que cruzan corriendo la frontera ilegalmente mientras los agentes se apresuran a capturar a unos pocos son en lo fundamental una cosa del pasado.

Hace dos decenios, menos de 4.000 agentes de la Patrulla Fronteriza estaban destacados en la frontera con México. Hoy son 18.500.

El desplome en las estadísticas de detenciones es sólo uno de los ejemplos de cambio: 357.000 el año pasado, en comparación con 1,6 millones en 2000. Las cifras han bajado en parte porque menos personas tratan de cruzar la frontera.

La frontera no está sellada, pero ciertamente es más segura.

El proyecto del Senado dispondrá que el gobierno tenga planes para hacer más estricta la seguridad frontera antes de que quienes se encuentren en el país sin autorización puedan convertirse en residentes permanentes.


¿QUIEN SE QUEDA?

Con una mayor seguridad en la frontera y años de dificultades económicas en Estados Unidos, la mayoría de los inmigrantes que viven sin autorización en el país llevan asentados algún tiempo. Solo 14% ha llegado desde principios de 2005, según cálculos del Departamento de Seguridad Interior. En comparación, 29% llegó durante los cinco años anteriores.

En el momento de más fuerza de la ola inmigratoria, en 2000, unos 770.000 inmigrantes llegaban anualmente de México, en su mayoría sin autorización. Para 2010, el ritmo había bajado a unos 140.000, en su mayoría de manera ilegal, según el Centro Hispano Pew.


¿QUIEN SE VA?

Los mexicanos, en su mayoría. Desde 1986, más de 4 millones de inmigrantes no autorizados han sido deportados. Las deportaciones han aumentado durante el gobierno de Obama, llegando a 410.000 en 2012, en comparación con 30.000 en 1990. La mayoría de los deportados —75%— son enviados de vuelta a México. Casi la mitad de los deportados habían sido condenados por delitos anteriormente. Hasta el momento, el gobierno de Obama ha deportado a más de 1,6 millones de personas.


NATURALIZARSE O NO

Muchos de los inmigrantes que cumplen los requisitos para naturalizarse no lo hacen. Hasta 2010, aproximadamente dos terceras partes de los inmigrantes elegibles habían solicitado la ciudadanía, según el Instituto de Políticas de Migración. Esa cifra es menor que el índice en otros países de habla inglesa como Australia y Canadá que hacen más por impulsar las naturalizaciones.


RAZONES PARA NATURALIZARSE

¿Cuán importante es la ciudadanía?

La naturalización ofrece muchos derechos y beneficios, como del derecho al voto y postularse a un cargo público. Los ciudadanos naturalizados están protegidos de perder su residencia y ser deportados si tienen problemas legales. También pueden traer a familiares más rápido a Estados Unidos.

Es obligatoria la ciudadanía para ciertos empleos en el gobierno y profesiones que necesitan permiso para practicarlas. La ciudadanía también simboliza la participación integral en la sociedad del país.

En 2010 había una diferencia de 67% en los ingresos de los ciudadanos naturalizados y los inmigrantes sin ciudadanía estadounidense, según un informe del Instituto de Políticas de Migración. Incluso después de descontar las diferencias en materia de educación, manejo del idioma y experiencia laboral, los ciudadanos naturalizados ganaban por lo menos 5% más.


RAZONES PARA NO NATURALIZARSE

Casi dos terceras partes de los 5,4 millones de inmigrantes mexicanos autorizados que cumple los requisitos para solicitar la ciudadanía estadounidense no lo han hecho, según un estudio del Centro Hispano Pew dado a conocer en febrero. El índice de naturalización de esas personas es la mitad de los inmigrantes legales de todos los demás países juntos. Las barreras a la naturalización que citan los mexicanos que no han solicitado la ciudadanía incluyen la necesidad de aprender inglés, la dificultad del examen de ciudadanía y los 680 dólares que cuesta la solicitud.


TRABAJADORES

¿Cómo encajan en la panorámica laboral del país los inmigrantes no autorizados?

En 2010, aproximadamente 8 millones trabajaban o buscaban trabajo en Estados Unidos. Representaban aproximadamente 5% de la fuerza laboral, según el Centro Hispano Pew. Entre los trabajadores agrícolas, se cree que la mitad vive en el país sin autorización, según la Oficina de Rendicion de Cuentas del Gobierno.

Los grupos empresariales quieren tener un sistema que les permita traer más trabajadores altamente cualificados y más trabajadores poco cualificados, a decir los trabajadores agrícolas. La idea es contratar más cuando no haya estadounidenses para llenar esas plazas. Este ha sido el principal escollo en intentos anteriores para lograr una reforma migratoria. Los grupos sindicales desean que la modificación del sistema ofrezca protección a los trabajadores y garantías de que no desplacen a estadounidenses. Los programas de trabajadores temporales en vigor son complicados y anticuados.

La iniciativa del Senado establecería un sistema de visas para trabajadores agrícolas y crearía nuevos programas de visas para trabajadores altamente cualificados y poco cualificados. Los trabajadores agrícolas que se encuentran aquí ilegalmente podrían reunir los requisitos para obtener tarjetas verdes de residente permanente después de cinco años si han laborado en agricultura en Estados Unidos durante dos años y si continúan haciéndolo.


EMPLEADORES

Las leyes en vigor exigen a las empresas que sus empleados llenen un formulario que los declara autorizados a trabajar en Estados Unidos. Entonces la empresa necesita verificar que los documentos de identificación del trabajador sean auténticos. Pero la ley permite presentar muchos documentos diferentes y muchos son fáciles de falsificar.

El gobierno ha desarrollado un sistema voluntario de verificación de empleo llamado E-Verify, que ha mejorado gradualmente. Pero hasta el momento solo 10% de las empresas lo usan, según el Instituto sobre Politicas de Migracion. Un total de 19 estados exigen ahora el uso del sistema en diferentes grados.

La propuesta del Senado obligaría a todos los empleadores a que lo utilicen en cuatro años.


FAMILIAS O EMPLEOS

Una gran interrogante en el debate sobre la inmigración se centra en qué grado de prioridad se debe dar a los familiares de los ciudadanos estadounidenses y los residentes permanentes.

La ley en vigor otorga una proporción mucho mayor de tarjetas verdes a familiares que a extranjeros con perspectivas de empleo en el país. Aproximadamente dos terceras partes de la inmigración legal permanente a Estados Unidos es por razones familiares, según el Instituto sobre Políticas de Migración. El resto es en lo fundamental por razones humanitarias.

Algunas autoridades piensan que la inmigración basada en razones de empleo debe impulsarse para ayudar a la economía. Los defensores de la unidad familiar quieren asegurar que tales medidas no sean a costa de personas que tratan de reunirse con familiares en Estados Unidos.

El plan del Senado impediría a los ciudadanos traer a hermanos pero les permitiría financiar la permanencia de hijos e hijas casados sólo si son menores de 31 años. Elevaría el límite a las visas para trabajadores altamente cualificados, crearía una nueva visa para empresarios extranjeros y establecería una nueva visa basada en el mérito que otorgaría puntos a inmigrantes prospectos con base en su educación, empleo, tiempo de residencia en Estados Unidos y otros factores.


¿A QUIEN LE IMPORTA?

A pesar de toda la atención que se dedica al tema de la inmigración en estos momentos, no es la prioridad para la mayoría de las personas, ni siquiera para la mayoría de los hispanos. El tema ocupó el 17mo lugar en una lista de prioridades de políticas en una reciente encuesta del Centro Hispano Pew. Entre los hispanos, una tercera parte dijo que la inmigración era un tema extremadamente importante, por detrás de temas como la economía y los empleos, la educación y los servicios mecidos.


UN VISTAZO DESDE EL SUR

¿Es la vida realmente mejor en Estados Unidos? Un poco más de la mitad de los adultos mexicanos piensa que sí, según una encuesta sobre Actitudes Globales del Centro Hispano Pew de 2012. El 38% de los entrevistados dijo que se mudaría a Estados Unidos si tuviera la oportunidad. El 19% dijo que estaba dispuesto a venir incluso sin autorizaciones.


Fuentes: Centro Hispano Pew, Instituto sobre Políticas de Migración, Departamento de Seguridad Nacional, Oficina del Censo, Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno, Oficina de Referencia de Población, Enciclopedia de la Inmigraciones.

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