¿QUÉ DICE LA PROPUESTA SB744 APROBADA POR EL SENADO?

Puntos claves que destaca la organización America’s Voice:

•Camino a la ciudadanía para la mayoría de los 11 millones de indocumentados.

• 
Mientras tengan el estatus provisional renovable (RPI) los inmigrantes podrían trabajar y viajar. Pagarían $500 y otra multa similar para renovarlo. Aquellos estudiantes que vinieron siendo menores están exentos de esta multa.

•Reunificación familiar al permitir que ciertos deportados soliciten regreso.

•Sólo 5 años de espera para que los “dreamers” y los trabajadores agrícolas soliciten la ciudadanía.

•Proceso más rápido para los jóvenes amparados por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). También para los beneficiados con el TPS.

•Aceleraría el proceso legal de los pedidos de residencia a través de un familiar ciudadano o residente, aumentando las cuotas en esta categoría.

•Inmigrantes con orden de deportación tendrían acceso al estatus provisional RPI.

•Dreamers podrían obtener ciudadanía a traves del servicio militar.

•Inmigrantes en camino a la ciudadanía podrían pagar las tarifas en cuotas. 
•Esposas de los que solicitan visas H-1B podrían trabajar sin esperar que finalice el proceso.

•Seguridad. La obtención de la residencia permanente está condicionada a un mayor control fronterizo. Se duplicaría a 40.000 el número de efectivos en la frontera.

ALGUNOS POSIBLES ESCENARIOS

¿Que podría suceder?

Analistas y políticos no dan nada por seguro.

En el mejor de los casos, aunque resulte utópico —según algunos— la Cámara de Representantes aceptaría el proyecto de ley del Senado y lo modificaría.

Pero lo más probable, según Marshall Fitz, director de Políticas Migratorias del Center for American Progress, es que la Cámara de Representantes analice y vote por su propia versión.

“Lo soñado sería que tome el proyecto de ley del Senado. Pero tanto los que estamos cabildeando desde las instituciones y el activismo hasta propios políticos, creemos que eso no sucederá. Hay legisladores que se oponen con fuerza a una vía a la ciudadanía”, explicó Fitz, quien es abogado de inmigración.

La Cámara Baja ya ha estado discutiendo varios proyectos de ley, tratando el tema migratorio. Pero enviando un mensaje simbólico de oposición a una reforma migratoria integral. A diferencia del Senado, éstos son duros contra los indocumentados.

“El punto está en que los representantes decidan moverse y no frenar el debate. Por eso es clave la reunión del 10 de julio. Para ver qué es lo que harán con el tema”.

No importa si al final aprueban una versión que no contemple la vía a la ciudadanía, dijo Fitz. En ese caso ambos proyectos, tanto del Senado como de la Cámara Baja se discuten en un comité de conferencia. “Y de allí saldría una propuesta final”, señaló Fitz.El tiempo apremia. Se espera que esto ocurra antes de agosto.

Tras la abrumadora votación en el Senado de la propuesta de ley para una reforma migratoria integral, el futuro de los 11 millones de indocumentados está ahora en manos de la Cámara de Representantes, controlada por una mayoría republicana. Y este miércoles 10 es un día crucial.

“La bancada republicana se reunirá ese día para decidir cómo van a proceder. Si van a aceptar el proyecto aprobado por el Senado o si van a decidir sobre otras varias versiones propias; y otros escenarios”, explicó a El Tiempo Latino, el martes 2, el abogado y analista Marshall Fitz, director de Políticas Migratorias del Center for American Progress.

El 27 de junio el Senado, controlado por los demócratas, aprobó el proyecto de ley que permitiría la legalización y el camino a la ciudadanía para 11 millones de indocumentados, una mayor seguridad fronteriza: duplicando a 40.000 el número de agentes en el límite con México y la construcción de 700 millas más de muro en esa frontera.

La votación fue alentadora, 68 contra 32 votos, con 14 de los 46 republicanos del Senado uniéndose a los 52 demócratas y a dos independientes en respaldo a la iniciativa. “Pero la batalla se viene fuerte en la Cámara de Representantes, a quienes estamos pidiendo que tomen la propuesta del Senado”, dijo el activista Gustavo Torres, de la organización CASA de Maryland.

Los ojos están puestos en el presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner representante de Ohio. “Dependerá de lo que él diga para determinar el futuro de la reforma”, dijo Torres.

Tras la votación en el Senado, Boehner dijo que no votaría por ninguna propuesta que no tuviera el respaldo de su partido.

Por lo que ha convocado a sus colegas a una reunión especial el miércoles 10 para decidir qué pasos tomarán con la propuesta aprobada por el Senado, o con las varias planteadas en la Cámara de Representantes.

La mayoría de representantes republicanos se niega a cualquier vía hacia la ciudadanía a la que accedan los indocumentados.

La Cámara Baja se ha enfocado en varias propuestas individuales, en lugar de una sola versión de reforma integral como el Senado. Sus propuestas son restrictivas. Algunas de ellas criminalizan la inmigración indocumentada y otras no permiten a los “dreamers” que han solicitado la Acción Diferida obtener beneficios.

“Son propuestas muy duras”, criticó Torres.

Los republicanos controlan la Cámara Baja con 234 legisladores. Los demócratas son 201. “Necesitamos 268 votos para aprobar una legislación en esta cámara y pese a lo difícil que se vea el camino creemos que se van a lograr si es que los republicanos reaccionan y asimilan que de no hacerlo estarían condenándose en las próximas elecciones”, añadió Torres.

En la campaña de 2012, los republicanos cerraron las puertas a una reforma, y el electorado latino le dio la espalda en las elecciones.

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