Chicago- Grupos hispanos de Chicago expresaron el viernes, 02 de agosto su consternación por los recortes en la educación pública en Chicago, y alertaron de que los efectos de estas medidas privarán a toda una generación de una educación de calidad.
La organización Alianza de Pilsen informó el viernes, 02 de agosto de que casi un centenar de escuelas tendrán que eliminar las clases de arte, tecnología e idiomas, y otras 40 perderán sus bibliotecarios, además de reducir las plazas disponibles para música y educación física en la ciudad.
Portavoces y activistas hispanos recordaron que ya se han cerrado 50 escuelas públicas, a pesar de las reclamaciones judiciales presentadas, y que fueron rechazadas en corte judicial.
Esta “catástrofe educativa”, según los colectivos hispanos de Chicago, llega “después de la decisión de despedir a 2.000 maestros y a otros 3.000 empleados” de las Escuelas Públicas de Chicago.
Las críticas por los recortes educativos han llegado también a las redes sociales. “Los recortes quitan a los maestros de nuestros hijos, a sus programas y a sus escuelas y finalmente a sus comunidades, nuestras comunidades”, dijo la activista hispana Magda Castañeda en las redes sociales.
“Debemos hablar, hablar y hablar hasta que no podamos hablar” dijo Castañeda, “para protestar estos recortes.”
“Los recortes van a tener un gran impacto en las áreas hispanas”, dijo Patrick Brosnan, el presidente del Concilio Comunitario de Brighton Park.
Brosnan señalo que las dos escuelas secundarias en su vecindario afrontarán un recorte de 10 millones de dólares y van a ver a unos 40 maestros y a otros 20 empleados perder sus trabajos.
Las dos secundarias son Kelly High School y Curie High School, las cuales tienen entre sus alumnos a una gran mayoría de hispanos, de 2.000 a 2.900 cada una.
Aun así, el activista está sorprendido de que las Escuelas Públicas de Chicago están dando fondos a dos escuelas chárter del grupo United Neighborhood Organization (UNO) en Brighton Park, cuya apertura está prevista para este próximo otoño del 2013.
“Nada de todo esto tiene algún sentido,” dijo este activista, perplejo por los recortes y despidos, y que alertó de que la ciudad sí parece tener fondos para otros fines, como los 58 millones de dólares destinados a un nuevo estadio frente al lago, cerca de McCormick Place.
Elson Soza, el presidente ejecutivo de La Alianza de Pilsen, señaló que la ciudad bien podría usar los ingresos por motivo del Tax Increment Financing (TIF), un programa que reserva fondos para nuevos desarrollos.
“Con esa plata podían resolver el problema presupuestario pero no lo hacen,” señaló Soza, quien declaró que las autoridades están aprovechando la “supuesta crisis financiera” para “acelerar la privatización de la educación”.
Según dijo, dos escuelas que la Alianza de Pilsen y miembros de la comunidad lograron rescatar de ser cerradas este año, del 2013 ahora se enfrentan también a fuertes recortes.
Las escuelas Pilsen Academy y Jungman Elementary enfrentan cada una recortes de casi medio millón de dólares.
Soza consideró que a largo plazo los efectos de estos recortes se verán en toda una generación, de forma principal sobre “la gente de color y a los latinos, que no van a tener las posibilidades de una educación de calidad”.