Un viejo chiste dice que si usted habla tres idiomas es trilingüe, si habla dos idiomas es bilingüe; pero si solo habla un idioma usted es estadounidense. Tal autocrítica sobre la actitud de los estadounidenses hacia otras lenguas que no sean el inglés se contradice con una realidad evidente: el rápido crecimiento de los programas de aprendizaje del español en este país. A pesar de la estrechez mental, y el racismo implícito, de iniciativas como “English Only” (Solo Inglés) en algunas jurisdicciones locales, en Estados Unidos el número de “programas de inmersión” se ha duplicado entre 2005 y 2011, y la última información de la Organización de Bachillerato Internacional reporta 1.438 escuelas con este programa. En nuestra área, solo en las Escuelas Públicas del Condado de Montgomery (MCPS), siete Escuelas Primarias y cinco “Middle” ofrecen programas de inmersión en español, chino y francés. MCPS define la inmersión en un idioma como un programa educacional en el cual el estudiante aprende un curriculum por medio de una segunda lengua. De esta forma, los estudiantes de inmersión no solo aprenden el contenido, sino que además ganan el conocimiento de la lengua en que se imparte.

En un país cada vez más multicultural, donde ser “minoría” es ser mayoría en muchos mercados de la nación, debemos aprovechar las ventajas de nuestra diversidad para enriquecer nuestras vidas como estadounidenses y lograr comunicarnos mejor con el mundo.

En un país cada vez más multicultural, donde ser “minoría” es ser mayoría en muchos mercados de la nación, debemos aprovechar las ventajas de nuestra diversidad para enriquecer nuestras vidas como estadounidenses y lograr comunicarnos mejor con el mundo.

Estados Unidos es el segundo país hispanohablante del planeta. Los hispanos representan el 16 por ciento de la población, pero llegarán a ser el 30 por ciento en 2050, según estimados de Pew Research Center. Datos de Scarborough Research indican que el 52 por ciento de los hispanos en el área metropolitana de Washington, DC hablan mayoritariamente español en el hogar. Scarborough también estima que hay más de 145.000 lectores de periódicos en español en el área de DC y que 85 por ciento de los adultos que leen periódicos en español en nuestra área, leen El Tiempo Latino. Nada mal para la “moribunda” industria de la prensa escrita.

Estamos ante una realidad vibrante. El español fue la primera lengua europea que se enraizó en lo que hoy son los Estados Unidos de América. No se trata de una lengua extranjera en “el país del hombre libre”, sino de la otra lengua del país cuya presencia ayuda a una población anglófona a ser más poderosa e influyente –dos palabras con repercusiones económicas y culturales.

Como me dijo en una ocasión la escritora Julie Barlow: no se trata solo de que los hispanos hablan español, sino de que los estadounidenses estudian español más que ninguna otra lengua. Barlow, quien es la co-autora de “The Story of Spanish”, resaltó que algunos estadounidenses tienen sentimientos encontrados sobre una lengua a la que se ha tratado de despreciar como “el idioma hablado por personas que entran a este país ilegalmente”. Sin embargo, dijo, aquéllos que vociferan el “English Only” están enviando a sus hijos a clases de inmersión en español. Sin duda, el auge del español en Estados Unidos no es para las mentes estrechas, ni para los impacientes.

últimas noticias


Sucesos

El caso de Hickman's Family Farms

MS-13: "Te unís o te morís"


Política

La representante Tricia Cotham deja el Partido Demócrata para unirse al Republicano


Nacional

En Florida preparan ley contra los periodistas y medios de comunicación