Un representante del Defensor del Pueblo y la portavoz de un respetado organismo defensor de los derechos humanos informaron de 30 muertos y unos 60 heridos en una reyerta entre reos el viernes 23 en el mayor penal de Bolivia.
Horas antes, el comandante de la policía, general Alberto Aracena, informó de 15 muertos, entre ellos un menor, y 50 heridos durante una pelea por pugnas del poder en el penal de Palmasola a 540 kilómetros al este de La Paz, pero aclaró que no era una cifra definitiva.
Aracena explicó que reos del pabellón B de la cárcel de alta seguridad hicieron explotar dos balones metálicos de gas licuado, provocando un incendio en el pabellón A en la madrugada, cuando muchos reos todavía dormían.
El viernes por la noche, el representante del Defensor del Pueblo, Celso Parada, y la representante de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, María Inés Galvez, informaron por separado que según sus propios conteos la cifra de muertos era de 30 y los heridos 60, la mayoría quemados.
“Hubo una pugna de poder, varios reos murieron calcinados”, dijo. Rescatistas de la policía todavía buscaban cuerpos entre los escombros calcinados del pabellón denominado Chonchocorito que albergaba a unos 250 reos reincidentes y peligrosos, según Parada.
El presidente Evo Morales dijo a la agencia estatal de noticias ABI estar “consternado” y expresó su condolencia y solidaridad con las víctimas y sus familiares al tiempo que anunció que instruirá una investigación profunda del hecho.