Según el Centro Nacional de Problemas de Aprendizaje (National Center for Learning Disabilities, NCLD), por lo menos entre el 17 y el 20 por ciento de los niños provenientes de todas las clases sociales, razas y grupos étnicos confrontan dificultades para aprender a leer, lo cual demuestra que no sólo las personas que hablan inglés y han nacido en otro país sufren problemas de lectura.
Pero lo más alarmante de esas estadísticas es la conexión entre la lectura y todas las disciplinas de estudio. Los padres cuyos hijos confrontan problemas de aprendizaje pueden tomar algunas medidas para que puedan ser mejores estudiantes.
• Hacer la tarea. Aunque pudiera ser tentador hacer énfasis en la tarea del niño, los padres con hijos que sufren problemas de aprendizaje también tienen tareas propias. Cuando a un niño se le diagnostica un trastorno de aprendizaje, los padres deben esforzarse al máximo para informarse plenamente acerca del mismo, incluyendo cuáles destrezas cognitivas son las más afectadas, y en qué medida la discapacidad dificulta el aprendizaje.
• Dieta y ejercicios. Una dieta saludable y una ejercitación regular ha demostrado ser especialmente beneficiosa para los niños con problemas de aprendizaje. En el aprendizaje participan el cuerpo y el cerebro, por lo que un cuerpo más saludable puede contribuir a un mejor enfoque que ayude al proceso de aprendizaje del niño.
• Hábitos de sueño. El niño que no duerme lo suficiente se sentirá cansado durante el día, lo cual afectará negativamente su capacidad de aprender. Además, la ejercitación regular contribuye a incrementar su capacidad de mantenerse alerta, proporcionando el beneficio adicional de reducir cualquier estrés que pudiera provocar su problema de aprendizaje.