El logro de una calidad constante en la atención, independientemente de la raza o el origen étnico de una persona, continúa siendo una meta esquiva, aunque fundamental.
Una parte central de la solución es mejorar la alfabetización en salud, es decir, la capacidad de usar y comprender la información de salud.
Una de las soluciones para eliminar estas disparidades es implementar una comunicación más eficaz en torno a la atención de la salud y las opciones de tratamiento que ofrece la atención de la salud.
Esto es lo que dice un informe de agosto del 2013 en Health Affairs:
“En los Estados Unidos, la esperanza de vida y otros indicadores del estado de salud varían drásticamente en función de ciertos factores (como la raza, el sexo, el nivel de educación y el código postal) que no deberían hacer una diferencia”.
Estas tendencias desestabilizadoras se sienten con más intensidad entre las comunidades hispanas del país.
Así lo indican las siguientes estadísticas:
•Los varones mexicano-estadounidenses hasta los 20 años de edad inclusive presentaron la prevalencia más alta de obesidad, en comparación con los blancos no hispanos y los negros no hispanos.
•Las poblaciones hispanas continúan sufriendo tasas desproporcionadas de VIH/SIDA.
•Los hispanos tienen tasas más bajas de vacunas contra la gripe en comparación con otros
grupos demográficos.
•Los hispanos, en comparación con otros grupos raciales y étnicos, presentaron tasas más altas de personas sin seguro médico.
Una de las soluciones para eliminar estas disparidades es implementar una comunicación más eficaz en torno a la atención de la salud y las opciones de tratamiento que ofrece la atención de la salud.
Esta solución adquiere más importancia todavía si se tienen en cuenta a los casi 16 millones de individuos de minorías que se espera ingresarán al sistema de atención de la salud como resultado de la nueva Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act).
Ahora que terminamos de conmemorar en el mes de octubre, el Mes de la Alfabetización en Salud, debemos recordar que siempre tenemos una oportunidad para examinar las maneras en que una mejor comprensión del lenguaje de la salud puede ayudar a las personas a mejorar su bienestar en general.
Más de 77 millones de adultos en los Estados Unidos presentan lo que se conoce como “baja alfabetización en salud” que, especialmente entre las minorías, a menudo aumenta la frecuencia de errores médicos y hospitalizaciones evitables.
Además de provocar estadías más prolongadas en el hospital y una utilización excesiva o deficiente de los procedimientos médicos.
Por ejemplo, en los Estados Unidos, el 65 por ciento de los adultos que hablan español tienen algún tipo de limitación para comprender y usar las comunicaciones de salud, según un informe del Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos) de los Estados Unidos.
Sin embargo, este problema afecta a todos los grupos raciales y étnicos.
Un Estudio de la Escuela de Negocios de la University of Connecticut calcula que el costo de la baja alfabetización en salud para la economía estadounidense oscila entre $106 mil millones y $238 mil millones anuales.
Son muchas las medidas que pueden tomar las compañías de atención de la salud para mitigar estas disparidades y cerrar la gran brecha de las comunicaciones que existe actualmente.
Por ejemplo, los recursos de salud y herramientas de bienestar respetuosos de las culturas, como Generations of Wellness de UnitedHealthcare —creado para ayudar a las comunidades afroamericanas a llevar vidas más saludables— brindan sugerencias para un estilo de vida y bienestar que pueden mejorar los resultados en la salud.
El Glosario Inglés-Español Just Plain Clear de UnitedHealth Group incluye definiciones traducidas al español fáciles de entender para unos 2.200 términos médicos, dentales, legales y de seguro.
Además, necesitamos alentar a los estudiantes de minorías jóvenes a seguir carreras relacionadas con la atención de la salud para incrementar la cantidad de profesionales de atención de la salud multiculturales.
Por ejemplo, recientemente la United Health Foundation otorgó becas por un valor de $2 millones a 175 estudiantes para ayudar a aumentar la diversidad en la fuerza laboral en las áreas de atención de la salud.
Asimismo, una serie de universidades y escuelas de medicina ofrecen trabajos de capacitación en competencias culturales para reducir las disparidades en los campos de atención de la salud en todo el país.
Los National Institutes of Health (Institutos Nacionales de Salud) y la Oficina de Salud de Minorías del U.S. Department of Health and Human Services también ofrecen una variedad de herramientas de competencia cultural.
La búsqueda de superación de las disparidades en la salud es un camino de ida y vuelta, que incluirá nuevas herramientas personalizadas y servicios educativos para fomentar la alfabetización en la salud.
Este es el camino para lograr mayor competencia cultural entre los profesionales de atención de la salud; y comunidades diversas que asuman un rol más activo en su propia salud.
El trabajo en conjunto durante una era transformadora en la atención de la salud nos asegurará la verdadera imparcialidad de la sala de examen del mañana.
—Russell Bennett es Vicepresidente de Latino Health Solutions, UnitedHealthcare.