Mientras un presidente tras otro presentaban sus respetos en el servicio fúnebre de Nelson Mandela, un hombre que estuvo a un brazo de distancia de ellos parecía interpretar sus palabras en lenguaje de señas. Pero defensores de los sordos aseguran que ese hombre era un impostor.
El incidente, que indignó a los sordos e intérpretes del lenguaje de señas que estaban siguiendo el funeral en todas partes del mundo, plantearon cuestionamientos sobre cómo el hombre no identificado logró llegar a un evento supuestamente seguro al que asistieron decenas de jefes de Estado, entre ellos el presidente Barack Obama.
