El presidente Barack Obama se encuentra en plena preparación de su discurso sobre el Estado de la Unión el 28 de enero en el que destacará que 2014 debe ser un “año de acción” tras la escasez de logros de 2013.
Obama inició su sexto año en la Casa Blanca y tiene ante sí el reto de lograr que se hagan realidad en 2014 algunas, si no todas, las prioridades que se fijó para su segundo mandato
Sin actividades fuera de Washington, Obama espera redactar junto con sus asesores el discurso sobre el Estado de la Unión que debe ofrecer ante el Congreso.
“Tenemos mucho que hacer en 2014 (…) Este va a ser un año de acción”, repitió el mandatario recientemente en varias ocasiones, anticipándose a lo que será ese discurso.
“Tengo una pluma. Y la puedo usar para firmar órdenes ejecutivas y tomar medidas ejecutivas y administrativas para ayudar a asegurarnos de que nuestros hijos están recibiendo la mejor educación posible, y de que nuestras empresas tienen el tipo de apoyo que necesitan para crecer”, resumió hace unos días en la primera reunión del año con su gabinete. Entre las prioridades en materia económica está que el Congreso “haga algo” pronto para prorrogar los subsidios a los desempleados de larga duración, que expiraron a finales de diciembre y benefician a 1,3 millones de personas. Obama también quiere sacar adelante cuanto antes la reforma migratoria, promesa pendiente desde que llegó a la Casa Blanca en 2009.
Los tropiezos marcados en 2013 por el sonado escándalo de espionaje, el cierre parcial de la Administración, la amenaza de la suspensión de pagos y el fiasco de su reforma de salud, imposibilitó que salieran adelante en el Congreso medidas para reforzar el control de las armas, como pretendía Obama, y también el estancamiento de un proyecto de ley para legalizar a millones de indocumentados.