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Memorias del "salvador de los atragantados"

El cirujano de Cincinnati que escribió un libro sobre el método más conocido para salvar a las personas que se asfixian al atragantarse, la llamada maniobra de Heimlich, ha escrito sus memorias.

Las opiniones del doctor Henry Heimlich sobre cómo debe usarse el procedimiento y sobre otras innovaciones que ha creado o propuesto lo han colocado a contrapunto con algunos en el campo de la salud. Pero espera que sus memorias, publicadas recientemente, preservarán la técnica que se usa para desobstruir la tráquea en caso de atragantamiento.

“Estoy seguro que la maniobra salva vidas, y quiero que se use y se preserve”, dijo el cirujano torácico de 94 años a The Associated Press este mes. “Tuve la idea de hacer un libro para que la gente tenga la información correcta”.

Buena parte de su autobiografía —”Heimlich’s Maneuvers: My Seventy Years of Lifesaving Innovation” (Las maniobras de Heimlich: Mis setenta años de innovación)— se centra en la maniobra que lleva su nombre, que consiste en presionar el abdomen, lo que genera una fuerza sobre el diafragma y crea una corriente de aire que expulsa alimentos u objetos de la tráquea.

Heimlich dice que las miles de muertes anuales por obstrucción de la tráquea lo llevaron en 1972 a buscar una solución. Durante los dos años siguientes, al frente de un equipo de investigadores en el Hospital Judío de Cincinnati, probó con éxito la técnica al meter un tubo con un globo en un extremo por la tráquea de un perro anestesiado hasta que se le obstruyó esa vía. Entonces usó la maniobra para obligar al perro a expeler la obstrucción.

“En 1974 sabía que tenía que informar al público de la maniobra tan pronto como fuera posible para salvar vidas”, dijo.

La maniobra generó titulares nuevamente este mes. El actor y director cinematográfico Clint Eastwood asistía a un torneo de golf en Monterey, California, cuando vio al director del torneo atragantarse con un pedazo de queso, e Eastwood, de 83 años, le aplicó exitosamente el procedimiento.

“Lo mejor de todo es que uno puede salvar vidas”, dijo Heimlich.

Anne Jutt, de Mason, un suburbio de Cincinnati, dijo que Heimlich siempre será un héroe para su familia porque usó la maniobra el año pasado cuando su hijo de 6 años se estaba asfixiando al atragantarse con un tomate.

“Tenía miedo de hacerle daño (con la maniobra), pero estaba perdiendo el sentido”, dijo. “Así que lo hice con todas mis fuerzas y el tomate salió disparado como una bala”.

Heimlich dice que la maniobra es muy efectiva cuando se usa correctamente, pero no aprueba las directrices de la Cruz Roja de Estados Unidos que indican que primero se deben dar golpes en la espalda y después hacer la compresión abdominal en caso que no sean niños pequeños o víctimas inconscientes.

Funcionarios de la Cruz Roja dicen que las pruebas indican que usar varios métodos puede ser más efectivo, pero Heimlich afirma que los golpes pueden empeorar la obstrucción de la tráquea.

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