La primavera está a unas pocas semanas, momento en el que todo florece. Pero también la particular época del año en la que miles de millones de diminutas párticulas de pólen desencadenan síntomas de alergia en cerca de 20 millones de personas cada año. Y el área metropolitana de Washington está entre las primeras en las “zonas rojas” de la alergia estacionales.
Esa molesta picazón en la nariz es una afección conocida como “rinitis alérgica estacional”, a menudo conocida como “fiebre de heno”, explica la Biblioteca Nacional de Medicina.
La fiebre de heno puede afectar la calidad de vida. Puede producir infecciones en los senos, perturbar el sueño y afectar la capacidad de aprendizaje o productividad laboral.
Algunos síntomas, según explica la Academia Americana de Asma, Alergias e Inmunología, son: •Picazón en la nariz, parte superior de la boca, garganta y ojos.
•Estornudos
•Nariz tapada (congestión)
•Secreción nasal
•Ojos llorosos
•Círculos oscuros alrededor de los ojos
La rinitis alérgica más común en primavera es la que se desencadena en espacios abiertos, por el contacto con el polen de las plantas.
Un alergeno es algo que desencadena una alergia. Cuando una persona con rinitis alérgica inhala un alergeno como el polen o el polvo, el cuerpo libera químicos, incluyendo histamina, lo cual ocasiona síntomas de alergia. La fiebre del heno consiste en una reacción alérgica al polen. Una reacción similar ocurre con la alergia al moho, la caspa de animales, el polvo y otros alergenos.
Los pólenes que causan la fiebre del heno varían de una persona a otra.