La cantante española Concha Buika vuelve por segundo año consecutivo, después del éxito cosechado el año pasado en el Teatro Howard de Washington. Esta solista, nacida en la ciudad española de Palma de Mallorca, sigue su gira estadounidense por Maryland, Nueva York, Philadelphia y Boston, antes de dar el salto a Sudamérica. El concierto-presentación del último CD de Buika, “La noche más larga”, tiene lugar en el teatro Strathmore de Bethesda, Maryland, el domingo 6 de abril a las 7pm.
Buika canta "La nave del olvido"

CONCIERTO
Domingo, 6 de abril, 7 pm
Strathmore Hall
-¿Qué balance haces de este año de promoción de “La noche más larga” que salió al mercado el pasado 4 de junio?
-Estoy feliz porque ha calado muy bien entre la gente. El público sale satisfecho y alegre de nuestros conciertos, llenamos los teatros y eso me hace sentir muy, muy feliz. El disco tira para adelante (con las ventas) y yo, en el escenario, transmito mi forma animal de ser, naturaleza en estado puro, y eso se refleja en mi música, en mi forma de expresar y de comunicarme con el público. Tenía pendiente soltar afuera todo lo que llevo dentro para que lo recoja todo aquel que sea receptivo a los estímulos. Los que acuden a mis conciertos vienen a compartir esa misma realidad, haciéndola nuestro único momento, del público y mío. Igual que cuando una tribu se reúne junto al fuego y se necesitan los unos a los otros.
-Este año estás teniendo conciertos en cuatro continentes: Oceanía, Europa, África y América…
-Sí, está siendo un año de mucho trabajo. Este cuerpo está hecho de acero y soy una leona que no puede parar porque me siento inocente y, a la vez, muy fuerte; es extraño que un adulto hable así, ¿verdad? Aunque siempre he trabajado en composición y en el mundo del sonido, perdí tiempo en encontrar mi camino musical y de ser como un mono, que salta de árbol en árbol. Ahora que lo he encontrado, no hay quien me pare, aunque la vida esté hecha de subidas y de bajadas. No soy positiva gratuitamente porque sé sufrir y me ha tocado, y cuando no he tenido trabajo, me he sabido buscar la vida.
-¿Cómo fue tu experiencia en el Nueva Zelanda y Australia, al participar por primera vez en el festival de Adelaide?
-Hace unas semanas que viajamos de Australia y el Festival estuvo muy bien organizado, con sonidos y gente muy especiales. Mis dos músicos y yo actuamos en un escenario colosal, en el que tocaban bandas enormes. Salimos al ruedo y cortamos orejas, como dicen los taurinos. Ahora ya podemos decir que hemos dado la vuelta al mundo dando conciertos, y así lo festejamos mis músicos y yo. Me di cuenta de que todos entendemos la música y tenemos los mismos temores, secretos y vivencias. Hay algo detrás de cada canción que llega a la gente independientemente de donde sea o esté.
-Después de Estados Unidos, vas a México, Argentina, Chile, Uruguay y Colombia. Veo que te sientes cómoda en el continente americano…
-Sí, desde Canadá hasta Chile donde hemos ido y volvemos en concierto. Me acogen bien en todo el mundo, pero las de Sudamérica son tierras calientes y muy abiertas, y así me lo han hecho sentir. Piensa que, aunque haya fronteras, los pueblos son bastante abiertos y eso es con lo que yo me quedo en el corazón.
-Estás nominada a mejor álbum de latin jazz por tu CD “La noche más larga”. ¿Qué hace falta para que a uno le den un Grammy?
-No lo sé. No nos lo esperábamos. Se puede decir que fue una sorpresa total para nosotros porque nunca tuvimos esa pretensión. Ten en cuenta que los artistas estamos muy lejos de esas decisiones y jamás llegué a pensar que me podrían llegar a dar esa satisfacción a mi trabajo, con lo cual, estoy feliz y muy contenta. Sentí que la nominación al Grammy se lo daban a la rebeldía porque este CD es un trabajo puramente rebelde hecho por nosotros, mi banda y yo, en el que realizamos la producción a nuestra manera. Cada uno ve la vida como quiere y ese era nuestro lema en el CD; así quisimos reflejarlo.