Una luchadora por la educación de los latinos

La nicaragüense Rosalía Miller fundó hace 20 años el Latino Student Fund como una manera de brindar más oportunidades a los niños y jóvenes de la comunidad latina para una mejor educación. Miller fue pionera del programa para la enseñanza del idioma español en la National Cathedral School y en la enseñanza de las artes.
Para ella la educación abre puertas, nivela desigualdades y humaniza a la sociedad.
Su trabajo como gestora educativa le ha permitido a Rosalía Miller ayudar a miles de estudiantes hispanos a encontrar oportunidades académicas y desarrollar su potencial.
Y no descansa. Hoy, a pocos días de cumplir 70 años, Miller —fiel a su vocación—sigue trabajando para que más familias se beneficien con la ayuda del Latino Student Fund (LSF), una organización que cofundó hace 20 años.
Con determinación serena en la mirada explica que, en lo que a la educación se refiere, lo imposible no existe.
“Mi vocación ha sido enseñarle a las familias y niños hispanos que no hay sueño académico que no se pueda cumplir”, dijo Miller en entrevista con El Tiempo Latino.
De profunda formación humanística, Miller personifica lo multicultural y multidisciplinario, con títulos en arte, educación, diseño y administración.
Nacida en Managua, Nicaragua, el 23 de mayo de 1944, Miller vino a Estados Unidos a los 13 años para cursar estudios en un internado de monjas en Pennsylvania. Luego regresó a su país para estar al lado de su madre que estaba en un delicado estado de salud.
Entonces ingresó en el Instituto de Bellas Artes en Managua entre 1963 y 1965 donde estudió arte y se especializó en cerámica.
“Fue un programa muy lindo, bastante fuerte”, recordó.
La madre de Miller se mejoró y vivió muchos años. “Fue entonces cuando me fui a París y a Londres a estudiar”, dijo.
En Europa estudió en la Universidad La Sorbona de París, y en la Escuela de Diseño Inchbald de Londres. Luego regresó a EE.UU. y estudió en la Escuela de Diseño Parsons de Nueva York.
Trabajó por 18 años en el Fondo Monetario Internacional, institución con la que participó en diferentes misiones a nivel mundial. Para ello se valió de su dominio de los idiomas español, inglés, francés e italiano. Y en sus viajes y ratos libres, siempre se refugió en la lectura, otra de sus grandes pasiones. Además, tuvo dos hijas.
De sus viajes, guarda un recuerdo imborrable de cuando fue a su natal Managua para llevar ayuda a las víctimas del terremoto que destruyó esa ciudad en la víspera de la Navidad de 1972 y que dejó más de 19 mil muertos.
Después de retirarse del FMI, enseñó arte y español durante 25 años en la National Cathedral School (NCS), entre 1986 y 2011. También enseñó en las escuelas Maret, y National Child Research Center en DC y Holton Arms en Bethesda, Maryland.
“Después de cierto tiempo dejé de enseñar arte porque la directora de la National Cathedral School me pidió que desarrollara un currículum para comenzar las clases de español que no existían entonces, sólo enseñaban francés”, contó Miller. “Yo acepté ese puesto pero con la condición de que la National Cathedral School me mandara a estudiar a la Universidad de Maryland”, afirmó.
“Necesitaba estar mejor preparada para poder hacer un buen trabajo. Este programa que yo comencé en esa escuela todavía existe y ha crecido de una manera muy linda”, subrayó.
En 1994, Miller cofundó el Latino Student Fund para, entre otras cosas, promover el acceso de los hispanos a las escuelas privadas. También es presidenta y directora ejecutiva de la organización CriLu Educational Services.
Al retirarse de la NCS, Miller no se fue a descansar. Sentía que necesitaba otra especialidad para poder cumplir mejor la misión del Latino Student Fund.
Se fue a la Universidad de Harvard donde hizo una maestría en Administración Pública en la Escuela de Gobierno Kennedy.
“Decidí aplicar a Harvard (2011-2012) porque pensé que si lograba un diploma de esa Universidad iba a poder empujar más la misión del LSF”, afirmó Miller, una emprendedora mujer que se ha dedicado humildemente a ayudar a los hispanos de manera incondicional.
“No tengo ningún interés especial en ver mi nombre en luces ni recibir nada por mis esfuerzos”, concluyó Miller quien en 2004 fue seleccionada como Washingtoniana del Año.
Entre otros reconocimientos, Miller recibió el Premio al Servicio Público del Congreso e integró el Consejo Latino del Congreso en 2009. Es miembro de la clase de 2009 del Leadership Greater Washington y egresó en 2010 del Instituto Nacional para el Liderazgo Hispano.
Más recientemente, mientras estudiaba en la Universidad de Harvard, fue la Editora de Cultura de The Citizen, el periódico de la Escuela Kennedy de esa universidad y fundó el Public Interest Council en esa misma escuela en 2012.