ir al contenido

En Busch Gardens la diversión no tiene límites


En el parque temático Busch Gardens Williamsburg hay diversión y atracciones para todos los gustos.

Decorado en toda su extensión al viejo estilo de los grandes países europeos, Busch Gardens, que cumplirá 40 años en 2015, es una combinación de montañas rusas, espectáculos musicales al estilo Broadway, restaurantes y más de 50 atracciones mecánicas para toda la familia, en las que la diversión no tiene límites.

El parque está localizado en el condado de James City, en Virginia, a unas tres millas al sureste del histórico Williamsburg. Es muy popular por sus electrizantes montañas rusas, entre ellas Griffon, Alpengeist y el famoso Apollo’s Chariot, ganador en 2012 del cuarto lugar entre los mejores en su estilo por la publicación Golden Ticket Awards.

Sus extensas instalaciones abarcan unas 160 hectáreas y están divididas en países, cada uno con un estiló exclusivo de música y comida. Las atracciones en cada sección del parque están decoradas y se relacionan con el país en el que están localizadas. También hay un área llamada Jack Hanna’s Wildlife Reserve en la que convive una variedad de especies silvestres, incluidos lobos grises y águilas.

Niños y adultos se confunden caminando por las calles de Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Escocia e Irlanda o viajando en alguna de las dos atracciones que circulan alrededor del parque. Ellas son el

“Skyride góndola” que transporta a los visitantes en funiculares entre el área infantil de Sesame Street, Aquitaine y Rhinefeld y una réplica de trenes a vapor que viajan entre Heatherdowns, Festa Italia y New France.

Entre las montañas rusas más concurridas se encuentra Verbolten, que arranca desde un centro turístico alemán y hace un recorrido por una autopista. Un desvío inesperado lanza a los visitantes en la selva negra Verbolten y luego de pasar a gran velocidad por la oscuridad del bosque, los carros caen 88 pies hacia el Río Rin. Imperdible.

El Mäch Tower se ubica en el área de Oktoberfest y pasando por Das Festhaus, se llega a esta gigantesca torre en la que un grupo de aventureros se levantan y dan vuelta hacia la estratosfera. De repente, en una ráfaga de viento y gritos, se sueltan. Es el recorrido más alto de Busch Gardens. Son 240 pies de adrenalina y emoción pulsante con vistas del parque. Sencillamente no apta para cardíacos.

Montarse en Griffon es una hazaña que no todos pueden realizar. Es una montaña rusa con carros que se desplazan sobre un riel central y quienes van a bordo se sienten sin piso desplazándose a la “velocidad de la luz’. Su nombre Griffon identifica plenamente a esta atracción al ser una bestia mítica que tiene la fuerza de un león y la velocidad de un águila.

Griffon sube a 61 metros, se coloca sobre el borde y se detiene por unos segundos en los que, suspendido en el aire, se mira totalmente hacia abajo antes de ser lanzado en un ángulo de 90 grados a más de 113 kilómetros por hora). Sólo para valientes y quienes no sufran de vértigo.

Y hay mucho más. Apollo’s Chariot sube a alturas inimaginables y regresa por una pista suave, rápida y resplandeciente.

Alpengiest, el Fantasma de los Alpes, da forma en Busch Gardens a la legendaria bestia de las nieves que protagoniza historias de los pueblos alemanes. En este parque la leyenda es una realidad. El piso desaparece debajo de los pies y después de trepar a una altura de 59.4 metros, los participantes son lanzados por el aire a través de 6 sorprendentes giros a velocidades de más de 108 kilómetros por hora.

Otras atracciones tanto espeluznantes como divertidas y educativas incluyen Battering Ram, Curse of Darkastle. Da Vinci’s Cradle, Escape From Pompeii, Loch Ness Monster y Roman Rapids.

Battering Ram es un recorrido en forma de un enorme péndulo alcanza alturas infinitas, dando a los participantes, a medida que suban, una sensación cada vez más fuerte de la pérdida de gravedad.

Curse of Darkastle es un castillo escondido en las colinas de Baviera cubiertas de nieve, congelado bajo el hechizo de una maldición de siglos pasados.

Da Vincis Cradle lo lleva a lo largo de un verdadero viaje al Renacimiento. A los días cuando las teorías se comprobaban en madera, la imaginación se manifestaba en formas reales y la ingeniería era un acertijo resuelto por la mente, no por las máquinas.

Escape de Pompeii es un viaje a través de las antiguas ruinas de Pompeya que resulta ser una aventura más grande de lo previsto.

El recorrido en un bote de diversión a través de las ruinas de esta gran ciudad se torne un poco explosivo. El ruido sordo proveniente de la poderosa montaña dará inicio a la carrera para escapar de Pompeya.

Loch Ness Monster es una atracción en la que debajo de la espesa niebla que cubría un viejo Lago Escocés, una antigua criatura marina nadó imperturbable por generaciones. Esta entrelazada montaña rusa, de un doble giro completo, extiende su monstruosa cola de 13 pisos de altura, antes de precipitar a aquellos que la desafían en una caída de 114 pies (35 metros), a velocidades de hasta 60 millas por hora (97 kilómetros por hora).

Roman Rapids es un recorrido por los canales de Italia. Desafiar estas poderosas aguas es desafiar una parte de este grandioso y antiguo imperio  –y quedar seriamente empapado en el proceso.

Y como la educación es una de las partes más importantes de Busch Gardens Williamsburg, ofrecen una variedad de programas para niños de todas las edades, quienes también pueden disfrutar de una Cena con Elmo y sus amigos.

En el parque se realizan eventos especiales familiares y corporativos con descuentos en el parque y comida deliciosa en varios locales.

Y para quienes no tengan tiempo en lo que queda del verano, Busch Gardens tiene sus eventos especiales Howl-o-Scream en Halloween y Christmas Town en Navidad.

Últimas Noticias