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El presente es lo que cuenta: Flor Díaz

La agregada cultural de la Embajada de Perú en Washington, Flor Díaz Honores, prefiere enfocarse  en el presente y evita hablar mucho del pasado o del futuro. “Asumí el cargo el 1 de octubre de 2011. Lo que me ha llenado de satisfacción es representar a Perú y llevar la cultura peruana a EE.UU.”, puntualiza Díaz en una entrevista reciente con El Tiempo Latino en el restaurante peruano Las Canteras, en el barrio de Adams Morgan en DC .

“Fue un gran reto, porque desde que asumí mi cargo hemos realizado más de 30 eventos de muy alto nivel, no solamente en Washington, sino en otros estados como Nueva York, Nueva Jersey, Florida. Tenemos proyectos muy grandes, incluyendo la participación de Perú en el Folklife de 2015, que impulsa en el National Mall en DC el Instituto Smithsonian, recalca.

Uno de los proyectos con el que más se identifica es la institucionalización en la embajada del Día Internacional de la Mujer, que rinde homenaje a mujeres exitosas peruanas en el exterior. Otra actividad que mencionó Díaz fue la realización en mayo pasado del Passport Day, un evento anual en el que las sedes diplomáticas abren sus puertas para mostrar lo mejor de su música, bailes, arte y gastronomía.

“Ese día recibimos 7 mil visitas”, cuenta la agregada cultural. Asimismo, Díaz menciona el primer desfile de modas “Peru Fashion Night” en noviembre del año pasado en DC, que tuvo como una de sus invitadas especiales a la joven diseñadora Ítala Testino. “Buscamos la inclusión social”, cuenta Díaz sobre el apoyo de empresarios textiles del Cusco y la elaboración de las prendas hechas con fibra fina alpaca hiladas por campesinas locales.

Díaz se atreve a hablar sobre su vida personal, sin dar muchos detalles. “Mi vida es una vida como la de miles de mujeres, fui madre muy joven a los 17 años. Vengo de una familia muy humilde de La Victoria (en Lima), siempre me gustaron mucho los estudios, siempre soñé con ser abogada, soy abogada de profesión, y creo  que quien persevera en la vida consigue lo que quiere, afirma.

“No fue fácil para mí, pero salí adelante. Soy divorciada, felizmente divorciada, pero creo todavía en la institución del matrimonio, pero mujeres que nos dedicamos tanto al trabajo, tenemos a veces que privarnos de ciertas cosas. Tengo dos hijas que amo, que son la razón de mi vida”, una ya casada y otra de 18 años, detalla. “Las dos son mi motor, fuerza y fortaleza para continuar en todas las cosas que emprendo”, enfatiza.

La agregada cultural prefiere abstenerse de comentar sobre su designación al cargo por presuntos favoritismos o la polémica generada tras una investigación por uso del teléfono del Congreso para asuntos comerciales personales. Acerca de su futuro, indica que el cargo que pueda ocupar lo va a realizar “con la responsabilidad honestidad y vocación y amor por mi país”.

Por otro lado, Díaz no tiene inconvenientes en criticar “la mezquindad y la envidia” en sectores de la comunidad peruana. “Estamos trabajando mucho para que nuestra comunidad se convierta en una comunidad unida, porque la idea es que juntos todo, pero solos no vamos a conseguir nada”, sentencia.

La agregada cultural no esconde su fascinación por el huayno, que danza con gran alegría como lo hizo a fines de julio en una visita a la localidad  de Perú Town, en Nueva York, cerca de la frontera con Canadá. “Como me ven rubia creen que no se bailar. Me nace porque mi padre es serrano camajarquino”, recalca sobre la región de su país.

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