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Perfiles del valor

Ivania Castillo es una activista llena de energía y franqueza a favor de la comunidad inmigrante. Cada vez que participa en una manifestación o en un acto de desobediencia civil ante la Casa Blanca, Castillo piensa en su nuera Gladys —una mujer trabajadora que vive en Estados Unidos sin documentos y quien en este momento convive con cuatro miembros de su familia sobre los que pesa una orden de deportación. La dedicación de Castillo al activismo comunitario se forjó en su pasado como refugiada de guerra huyendo del conflicto armado que asoló su país, El Salvador. Huyó de esa violencia en los años 80 con 13 años y con el tiempo consiguió la ciudadanía estadounidense. Durante 15 años ha participado activamente en cada manifestación por los derechos del inmigrante, junto a su esposo y sus tres hijos. Además es voluntaria para la Cruz Roja en el condado de Prince William, Virginia, donde vive.  “Le debo tanto a la comunidad que luchar por los derechos del inmigrante y por una reforma migratoria es una manera de dar gracias”, dice Castillo.

José Portillo vio como la violencia pandillera amenazaba las vidas de sus dos hijos adolescentes en El Salvador y decidió alejar a su familia del peligro. En 2008 se los trajo a la seguridad de Estados Unidos y se asentaron en Baltimore, Maryland.  “Hice lo que era mejor para mi familia como haría cualquier padre”, dice Portillo. A pesar de que Portillo y su familia trabajan duro y obedecen la ley, su vida diaria se ve amenazada ante la posibilidad de ser deportados en cualquier momento porque viven la incertidumbre y el limbo legal de millones de inmigrantes indocumentados.

Reverendo  John L. McCullough es presidente y CEO de la agencia de ayuda humanitaria global Church World Service (CWS). Por más de 67 años CWS ha trabajado contra el hambre y la pobreza entre los más vulnerables. “Yo me he beneficiado del valor y los actos de desobediencia civil de los líderes del Movimiento de Derechos Civiles, y por eso  no puedo permanecer de brazos cruzados  al ver que injustas leyes migratorias  hacen sufrir a nuestras comunidades y a nuestra nación. Es un imperativo moral hacer algo ahora, sobre todo luego de que el liderazgo republicano en la Cámara de Representantes se negara a aprobar una reforma que la mayoría de los estadounidenses apoya”.

Obispo Minerva G. Carcaño lidera la Interagency Task Force on Immigration para la United Methodist Church, y es vocera en temas de reforma migratoria para el Council of Bishops. En 2013, Carcaño estuvo entre los 14 líderes religiosos que fueron invitados a la Casa Blanca por el presidente Barack Obama para hablar sobre el tema de la reforma.  “Estamos en Washington, DC, para decirle al presidente Obama y al Congreso que expulsar a las sufridas familias inmigrantes y a los niños que viajan solos no es la respuesta. Detener las deportaciones y conceder el debido proceso a los niños que huyen de la violencia del narcotráfico, de las pandillas y de la pobreza es la respuesta justa”, dice la obispo Carcaño.

Avendaño es EDITOR DE El Tiempo Latino

alberto@eltiempolatino.com

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