ir al contenido

Hay que salir a buscar la suerte: Orlando Lizama

De niño sus amigos le decían “Piojo” porque “era chico, negro y andaba metido en todas partes”, recuerda riendo el periodista chileno Orlando Lizama, de 71 años, ahora retirado de la agencia española EFE y quien anteriormente trabajó como corresponsal en la prestigiosa agencia Reuters.

En su recién publicado libro autobiográfico titulado “Mi camino”, Lizama relata las travesuras que hacía de pequeño, la pobreza en la que vivió pero a la vez de la felicidad que encontró en su esposa y sus dos hijos y en sus amigos.

“Eso de ser pobre, hambriento y andrajoso había sido la historia de mi vida y no conocía otra cosa. Por ello es que nunca me lamentaba. Seguía siendo feliz. La vida era así y no había remedio. Era dichoso en la escuela primero y en el liceo después. Tenia el amor de mis padres y el de mis hermanos. Tenia amigos, verdaderos amigos”, puntualiza en su libro.

Con gran detalle, el periodista recuerda en su autobiografía “el aroma a jabón” de su madre María Esperanza y el “sabor a sal de sus lágrimas” cuando le decía: “negrito, tienes que portarte bien, ¿me lo prometes?” Lizama reflexiona ahora que su madre “quizás lloraba por culpa de alguna de las barbaridades que yo había cometido en la calle desde donde las vecinas llegaban todos los días para denunciarme”.

“Para ellas yo era un ‘pobre diablo’ porque siempre andaba andrajoso y porque mi pasatiempo favorito era hacer diabluras de todo tipo, solo o con mis amigos”, recuerda.

Sobre su padre dice que “su gran escuela fueron los diarios” y con ellos le abrió los ojos al mundo del conocimiento “sin siquiera darse cuenta”. “Era un gran aficionado a la astronomía y aunque no sabía de cuásares, agujeros negros, sistemas binarios o exoplanetas, conocía su existencia de manera intuitiva”, explica.

A Lizama, quien es un ávido lector, se le puede ver siempre con un libro bajo el brazo. En una entrevista reciente con El Tiempo Latino en el Club Nacional de Prensa en DC,  Lizama se encontraba en plena lectura de la obra “El sueño de Alicia”, de Eduardo Punset, en la que el autor habla sobre la vida y los avances científicos.

“Mi vida ha sido cosa de suerte. Es posible lograr algo sin tener mucho. Tener buenos amigos, buena gente alrededor y suerte, sobre todo suerte. Pero nunca me quedé esperando que la suerte viniera a mí sino que yo salí a buscarla”, indica.

Una de sus anécdotas tuvo lugar en 1968 cuando sin querer se encontró en la fila de los recibieron a la Reina Isabel II en Chile, para ser presentados por la soberana. Su reacción fue preguntarle en inglés, que domina muy bien: “How do you do Madam?”, mientras estrechaba sonriente la mano a la reina.

Su trayectoria en el periodismo comenzó como repartidor de noticias de Reuters en Chile, luego como corresponsal en Buenos Aires, México y Caracas y posteriormente en la agencia EFE.

Sobre la idea de escribir un libro, Lizama afirma que consideró que “era buena idea” contar la  historia de su vida con la que se siente satisfecho por la suerte que ha tenido pero también “un poco de esto”, afirma señalando la sien con su dedo.

Pese a mantener una vida saludable, con su pasión por el tenis, Lizama enfrentó hace dos años una complicación en su salud, cuando el médico le informó que necesitaba por lo menos dos “bypases”.

Al final tuvo una operación a corazón abierto y recibió 5 “bypasses”.

En ese momento, frente a la posibilidad de la muerte, pensó en terminar de escribir su libro, una obra que ahora saborea con regocijo al recordar sus memorias.

Últimas Noticias