buenos aires—La Prefectura naval argentina reforzó la custodia del edificio donde funciona la Unidad Fiscal AMIA, encabezada por el fiscal Alberto Nisman hasta su muerte. El operativo comenzó el 21 de enero en el edificio ubicado frente a la Plaza de Mayo de Buenos Aires por orden de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó.
Nisman, de 51 años, fue hallado muerto en su domicilio con un tiro en la sien a última hora del domingo 18 de enero, la víspera de comparecer ante el Congreso para detallar una denuncia contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de los autores del atentado contra la mutual judía AMIA, que causó 85 muertos en 1994.
El personal de Prefectura sumó efectivos a la custodia habitual de las oficinas en las que a partir de ahora trabajará el reemplazo de Nisman, Alberto Gentilli, quien solía reemplazarlo cuando se ausentaba. Todas las hipótesis continúan abiertas en la investigación que busca esclarecer la muerte del fiscal Nisman, cuyo posible suicidio en extrañas circunstancias ha conmocionado al país, después de que las últimas pruebas obtenidas no resultasen determinantes. La fiscal de la causa caratulada como “muerte dudosa”, Viviana Fein, comenzó los interrogatorios y recibió, entre otros, a la exmujer de Nisman, a dos de los diez policías que integraban la custodia del fiscal, al encargado del edificio donde vivía y al colaborador que le prestó el arma encontrada junto al cuerpo de Nisman. La exesposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado, pidió dejar actuar a la Justicia y “no hacer conjeturas”.
En los avisos fúnebres publicados en el diario La Nación, familiares del fiscal expresaron su “profunda tristeza y dolor” por una “muerte tan injusta” e “irreparable” y aseguraron que lucharán para que se haga justicia. Los dos custodios interrogados por Fein declararon que nunca subieron a la casa y que intentaron comunicarse con él durante dos horas el domingo pero al no obtener respuesta, llamaron a su madre para entrar en la casa. Fein ordenó también allanar el despacho de Nisman en la Fiscalía en busca de nuevas pruebas y una investigación sobre las llamadas telefónicas del fiscal.
Por contra, el barrido electrónico para determinar si había pólvora en las manos de Nisman dio negativo, aunque ello no descarta el suicidio ya que las armas de pequeño calibre como la que le causó la muerte no siempre dejan rastros. Por ello, la fiscal ordenó repetir el barrido electrónico mientras que la jueza de la causa realizó una inspección ocular del domicilio del fiscal.
Además, los resultados preliminares de la autopsia apuntan, por la posición de la mano y los dedos, a que la pistola fue disparada por él mismo y a que en su deceso “no hubo intervención de terceras personas”.
Sin embargo, las especulaciones sobre la muerte del fiscal se vieron alimentadas al conocerse que dejó nota con una lista de la compra para el lunes. La nota estaba dirigida supuestamente a una empleada doméstica y fue hallada durante el registro del apartamento de Nisman, según reveló la Fiscalía. La semana pasada, el fiscal había denunciado a Fernández y otros dirigentes oficialistas por considerar que el memorándum de entendimiento con Irán, aprobado en 2013 para investigar el atentado, incluía el supuesto encubrimiento de algunos de los acusados a cambio de relaciones comerciales e intercambio de petróleo por granos en el marco de la crisis energética argentina.