El Super Bowl XLIX, la batalla final por el título de la National Football League, paralizará el domingo 1 a Estados Unidos y a una buena parte del planeta.
Esa noche, a partir de las 6:30pm en el estadio de la Universidad de Phoenix en Glendale, Arizona, los Patriots de Nueva Inglaterra —todavía bajo sospechas de haber usado balones desinflados para ganar el título de la Conferencia Americana ante los Colts— se medirán a los Seahawks de Seattle, los campeones de 2014.
Aparte de todas las emociones que pueda despertar el partido, el Super Bowl es uno de los eventos deportivos más publicitados y vistos por millones de personas a nivel global.
Se anticipa que unos 140 millones de espectadores verán el partido por TV y que se enviarán más de 25 millones de mensajes en Twitter durante el encuentro, que será transmitido en EE.UU. por la cadena NBC.
Y también millones de dólares se dejarán a la suerte. Según todas las casas de apuestas de Las Vegas, los Patriots superan por un punto a los Seattle Seahawks en las preferencias de los apostadores.
Desde su primera edición en 1967, el Super Bowl ha sido el espectáculo deportivo con más fanáticos en el país, una pasión que se ha extendido por unos 50 países de los cinco continentes en donde se transmite esta final.
La pasión se ha alimentado por el gran interés que despiertan los artistas que entretienen al público en el mediotiempo.
Este año actuarán Katty Perry y Leny Kravitz, quienes harán delirar a las 75 mil almas que tengan la suerte de estar en el estadio. Idina Menzel (mejor conocida como la Reina Elsa) cantará el himno nacional de Estados Unidos.
El show genera anualmente las mayores ganancias para la industria publicitaria que cobra nada menos que $4,5 millones por un comercial de 30 segundos. Incluso la reventa de la entrada más barata puede costar unos $6 mil.
En lo deportivo, si los Seahawks logran ganar a los Patriots serán los primeros campeones de la NFL en repetir en una década, luego de que lo hiciera precisamente New England en 2005.
El domingo, el entrenador de los Patriots, Bill Belichik, se convertirá en el segundo técnico en aparecer en seis Super Bowls, mientras que Tom Brady se convertirá en el primer quarterback en jugar en seis de ellos.
La defensa de los Seahawks, la mejor de la temporada, quiere hacer historia al mantener la misma consistencia y confianza durante el Super Bowl y anular a la gran ofensiva que presentarán los Patriots con Brady al frente, quien estará muy ansioso de ganar su cuarto anillo de campeón.
Los Patriots, encabezados por Belichik y Brady, han salido muy bien al paso esta semana a las preguntas de los periodistas sobre el escándalo que investiga la NFL por los supuestos balones desinflados que usaron en el partido por el título de la Conferencia Americana ante los Colts.
Por el lado de Seattle, la polémica se ha centrado en el corredor Marshawn Lynch quien ahora se encuentra de nuevo bajo la posibilidad que la Liga lo multe por haberse puesto una gorra no permitida durante el “Día de la Prensa”.
Lynch desató más polémica el martes 28 ante más de 200 periodistas —de los 6000 que cubren el evento— quienes lo increpaban sobre la advertencia de que podría ser multado si realiza algún gesto obsceno sobre el campo de juego.
“Nadie me va a multar porque estoy aquí”, se limitó a decir repetidamente Lynch, quien había sido advertido que podía ser multado con $500 si no asistía al encuentro con los medios.
Las autoridades de Phoenix estiman que más de 100.000 visitantes participarán en las festividades y actividades que se celebrarán en el marco del Super Bowl, considerado como un evento de seguridad nacional de primera magnitud.
El morbo del partido se incrementó el miércoles 28 cuando los boxeadores Floyd Mayweather Jr. y el filipino Manny Pacquiao estuvieron juntos en Miami en un partido de baloncesto de los Heat, dejando servida la mesa para el anuncio de su multimillonaria pelea que se espera se realice durante el Super Bowl.