Ammán).- Decenas de jordanos se solidarizaron con Japón por el asesinato en Siria de los rehenes nipones Haruna Yukawa y Kinji Goto a manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), con una sentada frente a la embajada japonesa en Ammán.
Los participantes condenaron la muerte de los dos japoneses encendiendo velas y con pancartas, en una de las cuales se leía “La juventud jordana expresa su solidaridad con los amigos japoneses y rechaza el terrorismo”.
El viceministro japonés de Exteriores, Yasuhide Nakayama, se acercó a los manifestantes para agradecerles su apoyo y el de su Gobierno.
“Esta sentada refleja las profundas relaciones entre Jordania y Japón. Estaremos unidos siempre”, señaló Nakayama, que expresó su esperanza de que el piloto jordano Muaz Kasasbeh, también secuestrado por el EI, vuelva a casa.
El Estado Islámico dio un ultimátum para que, a cambio de la liberación de Kasasbeh y de Goto, Jordania liberara a la terrorista Sayida al Rishawi, condenada a muerte en ese país árabe.
El Gobierno jordano pidió que, antes de liberar a Al Rishawi, el EI ofreciera una prueba de que el piloto seguía con vida.
Finalmente las negociaciones se truncaron y los yihadistas anunciaron hace dos días la decapitación de Goto, que corrió la misma suerte que Yukawa, ejecutado una semana antes.
