
El periodista Juan Carlos Iragorri, Premio Internacional de Periodismo Rey de España, conversa el 10 de febrero de 2015 con el director de El Tiempo Latino, Alberto Avendaño, en el edificio de The Washington Post.
Juan Carlos Iragorri, una charla

Lo absurdo es disonante. Como el trabajo del periodista, dice. Una labor que no cuadra con el sonido políticamente establecido. Porque, para él, el trabajo del periodista es ir a la contra. Disonar.
“La función del periodista es fiscalizar y cuestionar.Una de las características esenciales de los periodistas es, primero, la curiosidad y, segundo, el escepticismo. Poner en duda todo”, me explica Juan Carlos Iragorri mientras conversamos para un video de eltiempolatino.com en el que yo le felicito por haber sido galardonado con el premio internacional de periodismo Rey de España.
Le digo a Iragorri que nuestra charla no es para celebrar sus logros de antaño —fue premio Planeta de prensa hace unos años y cuenta con un largo y prestigioso recorrido periodístico y académico— sino por un premio “absurdo”, es decir, que reconoce la disonancia esencial de su trabajo.
Los premios de periodismo Rey de España son posiblemente los más reconocidos a nivel iberoamericano, los da la agencia Efe y la Agencia Española de Cooperación Internacional, y uno de esos galardones fue este año para el programa Club de Prensa que presenta y dirige Iragorri para el canal NTN24. El enfoque iberoamericano desde Washington, DC, y la capacidad de analizar la realidad desde perspectivas únicas, fueron elementos destacados por el jurado.
Iragorri nació en Cali y se crió en Bogotá, se graduó en el Colegio Anglo-Colombiano, estudió Derecho en Colombia y un master en humanidades en la Universidad de Georgetown, en Washington, DC —una ciudad a la que ha unido su destino y desde donde más se ha proyectado su trabajo.
El periodismo que ejerce Iragorri, al pie de la Casa Blanca, es —signo de los tiempos— multiplataforma: la revista Semana, la radio RCN y el canal de TV NTN24.
Es un periodista de largo recorrido, y de trinchera en diferentes medios. Redactor, colaborador, jefe de redacción, director, corresponsal… En el ruedo de la escritura periodística nada le es ajeno: la entrevista de hondo calado politico, la cultural o la futbolera. Y, además, sus libros de entrevistas se cuentan por best-sellers en Colombia.
Con esta trayectoria, ¿hay lugar para el optimismo sobre el futuro de la prensa? Iragorri dice: “No”. La realidad de los periódicos es apocalíptica.
“Estamos en el apocalipsis porque en EEUU han desaparecido muchísimos periódicos”, explica. “En Europa la cosa está grave, aunque hay excepciones, como Alemania —tal vez porque el alemán en internet no tiene tantos lectores—, y es cierto que en Colombia El Tiempo de Bogotá va bien, igual que la revista Semana, de la que el Washington Post y The Economist han dicho que es la mejor revista en información política y económica… pero la crisis llegará… por eso todos estamos buscando cuál es el modelo del futuro”.
¿A qué le teme Iragorri en esta nueva era?
“Que esto se le lleve a uno por delante, que uno ya no tiene tiempo para reflexionar”, comenta y describe cómo los periodistas están obligados a redactar de una manera “más directa” en historias a las que el mismo escritor debe insertar gráficas y videos.
“Todo nos está llevando a una velocidad que no podemos digerir… Perdemos la capacidad de narrar”, advierte y recuerda que, en un master de periodismo que él dirige en Colombia, invitó a Iñaki Gabilondo —toda una referencia de la historia de la radio española— quien se quejó de que “en 140 caracteres que dura un tuit, uno no puede narrar la complejidad”.
Los periodistas ahora no leen tanto, simplemente se ven obligados a contar de prisa, sin poder darle un plus al lector, explica Iragorri quien asegura sentirse periodísticamente feliz de vivir en Washington. “Es la capital política del mundo. Es emocionante estar aquí”, dice.
Pero Iragorri, el maestro de la disonancia, el reivindicador de lo contrario y de la duda, el mismo periodista que navega con éxito las procelosas aguas del papel, la radio y la TV, el mismo que se queja por el movimiento frenético de las cosas, tampoco se detiene.
“Voy a escribir un libro de entrevista con Enrique Santos Calderón, uno de los grandes periodistas colombianos y, además, hermano mayor del presidente colombiano Juan Manuel Santos”, explica.
Iragorri ya ha escrito varios libros de éxito y éste no tiene por qué ser menos, pero ahora, dice, el premio de periodismo Rey de España “me obliga a mejorar el programa, a pisar el acelerador, a hacerlo mejor, a no meter la pata”.
“Construir la credibilidad toma toda una vida y perderla solo lleva un segundo”, sentencia Iragorri y quedamos, él y yo, a la expectativa, pendientes del tiempo.