Actualmente, Yadier Molina es catalogado como uno de los mejores receptores en las Grandes Ligas y no es simple coincidencia.
Además de ser un genio en su profesión, el apodado por su primo como “Marciano” por una jugada que hizo Yadier donde el primo quedó impresionado, ejemplifica respeto, trabajo fuerte, preparación y mentalidad de equipo.
El respeto es esencial para el menor de tres hermanos.
“Mis hermanos (Bengie y José) son una pieza importante en mi vida al igual que mis padres. Algo que queda en mi memoria sobre las enseñanzas de mi papá, mi mamá y hermanos es sobre el respeto mutuo. Tú respetas a una persona como quieres que te respeten a tí”, dijo Molina.
Yadier reconoce que en cualquier momento su trabajo como pelotero profesional puede terminar, es por eso que no desperdicia oportunidades para mejorar.
Tanto fue así que el natural del barrio Espinosa, en Dorado rebajó 22 libras en el receso entre temporadas para poder jugar más béisbol en el 2015.
“Esto es un trabajo. La gente lo ve como un juego pero esto es un trabajo bien fuerte para mantener, y no dura mucho. Tú no sabes lo que pueda pasar. Y la importancia de un receptor es mantenerse saludable ya que es una posición muy difícil y requiere mucho empeño. Me gustaría hacer más, y para mí, poder mejorar cada año ha sido importante. Cada año entreno fuerte con la mentalidad de no conformarme”, expresó.
Antes de los partidos Molina trata de prepararse lo mejor posible y cubrir el más mínimo detalle. Y aunque es uno de los más queridos en el camerino, y sí le gusta compartir con sus compañeros, el boricua respeta el juego y reconoce que siempre hay cosas por aprender o ajustar.
Este orgullo puertorriqueño ha sido escogido seis veces al Juego de Estrellas y ha sido ganador de siete Guantes de Oro y tres Guantes de Platino entre muchos otros logros. Podríamos hablar de que sus lanzadores tienen mejor efectividad cuando Molina está detrás del plato o de que es un “general” en el terreno, guiando a sus tropas a batalla y manejando el juego a su manera.
Para Yadier todos estos reconocimientos son importantes, pero no es lo más importante. “A la vez que uno empieza a pensar en uno mismo, se te hace más difícil ganar como equipo. Para mí lo importante es pensar en el equipo, tratar de ganar y después los resultados, con el trabajo que uno ha hecho en el receso, van a venir”.
Cabe destacar que Yadier ha ganado dos Series Mundiales, en el 2006 y 2011.
Yadier tiene claro de por qué sus Cardinals tienen tanto éxito dentro del terreno de juego. “Eso viene de los tiempos de Tony La Russa cuando estaba con Dave Duncan, donde el lema era ganar. Y los veteranos que todavía están en el equipo y jugaron para Tony nos importa ganar. Pienso que esa es la clave. De esa manera le enseñamos a los jóvenes cómo ganar, cómo jugar la pelota de la forma correcta, respetando a todo el mundo pero con la importancia de ganar”, puntualizó.
“Aquí no vas a venir pensando en que vas a perder o que vas a dar cuatro hits sin importar si ganamos o perdemos. Esa no es la mentalidad y gracias a Dios tenemos un grupo de muchachos buenos que quieren ganar”, aseguró.
Criado en el Barrio Espinosa, Molina es de los jugadores más populares en las Grandes Ligas y su camisa todavía está entre las más vendidas.
Sin embargo, Yadi es un hombre del pueblo, reconoce que venimos de una isla pequeña que no muchos conocen y le abrimos los ojos al mundo cuando atletas como él nos representan dignamente en el ámbito profesional. Yadier es agradecido por el apoyo que le brinda su fanaticada.
“He trabajado fuerte para estar en esta posición. Lo importante en mi mente es representar bien a Puerto Rico, ser un ejemplo para los niños de Puerto Rico y del mundo. Es bonito ver que a cada ciudad que voy hay puertorriqueños apoyándome, no gritándome cosas. Eso me llena de orgullo y me motiva a seguir trabajando”.