





Narda Muñoz (2da. a la izq.) al lado del embajador de Colombia en Washington, Luis Carlos Villegas, luego del concierto en esa sede diplomática en octubre de 2014.

Narda Muñoz durante el recital que ofreció recientemente en la Gala Anual de la Academia de Español Isabella & Ferdinand.
Su amor por la música comenzó cuando era una niña y escuchaba diferentes ritmos con su familia en su natal Bogotá, luego disfrutaba al ensayar con óperas de María Callas, tocando la guitarra y cantando en grupos de rock, antes de decidirse por la que ha sido su principal pasión.
Es la soprano lírica, Narda Karinna Muñoz Suárez, quien dice que se ha dejado “llevar por sus instintos” en su profesión y que sueña con lograr sus metas, entre ellas recorrer el país —y quizás el mundo— con ese sentimiento único que sólo logra en los escenarios.
“Mi vida es el escenario, la ópera, ese mundo que me brinda cada obra, la gente, eso es invalorable”, dijo Muñoz en una entrevista con El Tiempo Latino, al anunciar el recital que ofrecerá el miércoles 3 de junio a las 7 pm en la Congregational United Church of Christ junto al pianista Jason Solounias.
“El sentimiento que me da estar en el escenario no lo he encontrado con nada en mi vida”, agregó Muñoz quien cantó recientemente en la residencia del embajador de Colombia en Washington, DC, Luis Carlos Villegas.
“El embajador me oyó en un concierto, le gustó mi ópera y me abrió las puertas de la embajada para un recital”, dijo Muñoz, visiblemente agradecida con la oportunidad del embajador de su país.
Muñoz se mudó a los Estados Unidos luego de participar como solista con la Ópera de Colombia, la Orquesta Sinfónica Nacional y la Orquesta Filarmónica de Bogotá. También se graduó en el programa de ópera y voz de la Universidad Central en Bogotá.
Nacida y criada en una familia amante de la música de diferentes géneros, Narda no tardó en mostrar su talento para cantar y tocar instrumentos.
De ahí en más, su vida se ha caracterizado por sus deseos de mejorar en su carrera y buscar las mejores oportunidades para el éxito, primero en su tierra colombiana y ahora en Estados Unidos.
“Desde que estaba pequeñita siempre cantaba sola y en el colegio me escogían para los coros. Pero no estudié formalmente, ni en conservatorios, ni con un profesor”, recordó Muñoz sobre sus primeros pasos como vocalista.
“Recuerdo un disco de María Callas que tenía mi hermana, yo lo copié cuando tenía como 11 años, porque me fascinaba y cantaba esas canciones con mucha naturalidad”, dijo Muñoz sobre la música de la soprano griega nacida en Estados Unidos y considerada la cantante de ópera más eminente del siglo XX.
Muñoz inició sus estudios musicales como guitarrista clásica en la Universidad Central y también estuvo en la Escuela de Artes en Cuba. Más tarde se decantó por los estudios de voz clásica con la soprano Sarah Cullins.
“Por mi desilusión con la guitarra decidí probar con el canto”, admitió la vocalista quien también participó recientemente en Messiah con la Orquesta Juvenil Toscanini.
“Me fascina, estoy recuperando mi confianza cuando estoy en el escenario, intentando cosas, tratando de que salgan divinas para hacer diferencias”, aseguró.
La talentosa soprano comenta, con cierta nostalgia, que “siempre estudiaba y estaba enfocada en la guitarra” y recordó con una tímida y cómplice sonrisa que cantaba y tenía sus “grupos de rock, ‘heavy metal’ para ser más específica”, con los que trataba de imponer sus canciones de lírica.
“Era persistente con la guitarra y había dejado el canto a un lado. Pero esa pasión estaba ahí latente porque usualmente iba con mi hermana a escuchar las sinfónicas, y a óperas. Eso vivía en mí”, dijo en relación a su real pasión.
“Cambié mi especialidad de guitarra clásica a canto lírico. Sentí una gran diferencia, estaba donde quería estar. Estudié con Cullins, quien fue muy definitiva en mi carrera y hoy somos buenas amigas”, destacó Muñoz sobre aquella decisión trascendental que más tarde la llevó a interpretar Tybalt en Don Carlo, Flora en La Traviata, y Stephano en Roméo et Juliette en la Ópera de Colombia.
Igualmente, Narda ha tenido actuaciones como Violetta en La Traviata, La Condessa en Le Nozze di Figaro y en the “Opera Prima”.
También fue una estudiante fundadora del Taller de Ópera en la Universidad Central y tuvo escenas y actos en Le Nozze di Figaro como La Condessa, La Rondine como Magda, Cosi fan tutte como Fiordiligi y La Bohème como Mimi, ayudando a ese programa a ganar prestigio a nivel nacional en su país.
En el 2007 ganó el primer premio en la División Estudiantil de la Competencia Nacional de la Voz y viajó a Estados Unidos para participar en el programa Bel Canto en el Caramoor International Music Festival. Cantó Marcellina en Le Nozze di Figaro y Fiametta en The Gondoliers en el Vermont Mozart Festival.
“En ese viaje tuve el primer contacto y me di cuenta de que quería venir a estudiar a Estados Unidos porque aquí son muy buenos con el método y la enseñanza. Pero era difícil conseguir una beca”, dijo.
La seguridad de querer estudiar en este país la motivó a buscar las opciones disponibles.
“Apliqué en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, mandé mis grabaciones me llamaron a audiciones y me dieron una beca completa”, añadió.
Relata que su plan era ir a Miami a estudiar seis meses con el profesor Manny Pérez y de ahí irse a Chicago a estudiar la maestría. “Pero Pérez me preguntó que ‘para qué me iba a ir a hacer una maestría’ si él me podía preparar para las audiciones. Decidí quedarme en Miami pero necesitaba un patrocinador de mi visa y fue cuando encontré a Isabella & Ferdinand”, recordó Muñoz sobre la Academia de Español en la que trabaja en DC. “Luego me vine a Washington, que está más cerca de Nueva York, donde se realizan la mayoría de las audiciones para cantar ópera”, explicó.
“La vida de una cantante no es sencilla, hay que hacer muchas audiciones. Las compañías pequeñas de ópera han cerrado aquí en EE.UU. y en Europa las cosas están peor. No es tan fácil porque no es sólo el talento que tengas, ni basta con una buena voz, sino depende de cuáles personas conozcas, qué contactos tengas”, puntualizó.
A sus 32 años, Muñoz asegura que si tuviera una hada madrina le pediría que “una buena compañía de ópera me contrate para hacer giras por todo el país”. Mientras tanto, estudia con Fabiana Bravo y comparte su experiencia enseñando canto y español a niños y jóvenes en la Academia Isabella & Ferdinand y en el Banco Mundial en Washington, DC.
Su amor por la música, vocación de enseñanza a la juventud y su nobleza también las demostró recientemente cuando ofreció un recital a beneficio de la Orquesta y Coro Sinfónico Polígono Industrial Don Bosco de la Fundación EDYTRA de El Salvador que recientemente visitó DC. www.fundacionedytra.org.
También deleitó a quienes asistieron a la Gala Anual de Isabella & Ferdinand donde su fina técnica y melodiosa voz impresionaron a los presentes. www.isabellaandferdinand.com
Y quienes no han disfrutado de los encantos de esta talentosa colombiana y su rico timbre de voz, tendrán pronto una nueva oportunidad.
El recital que dará Narda junto al pianista Jason Solounias será el 3 de junio a las 7 pm en el Cleveland Park Congregational United Church en el 3400 Lowell Street, NW, Washington, DC.