La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reactivado su comité de emergencia para evaluar la situación de la epidemia de ébola en África occidental, después de los tres nuevos casos detectados en Liberia.
Los científicos analizan con los expertos las repercusiones de los tres nuevos enfermos registrados en Liberia, de los que uno ha fallecido.
Ese país fue declarado libre de ébola hace poco menos de dos meses, pero las medidas de vigilancia se han mantenido activas, y los miembros del comité de emergencia evaluarán si hay que dar marcha atrás en esa decisión.
También analizarán las acciones puestas en marcha por las autoridades del Ministerio de Salud de Liberia una vez conocidos los nuevos casos.
La salida de Liberia de la lista de países contaminados ocurrió el pasado 9 de marzo, tras pasar 42 días —el doble del período de incubación del virus— sin ningún nuevo caso.
El organismo mundial considera que el ébola sigue siendo una situación sanitaria “de preocupación internacional”.
Según el último informe de la OMS, 27.514 personas se han infectado desde que iniciara este brote, de las que 11.220 murieron en Guinea, Liberia y Sierra Leona, desde marzo de 2014.
En Guinea y Sierra Leona no se ha conseguido hasta ahora detener de manera definitiva la transmisión del virus.
Las autoridades sanitarias liberianas ya han iniciado una investigación para averiguar el origen de estas nuevas infecciones, aunque pidieron a la población mantener la calma porque la situación está “bajo control”.
Como medida preventiva, Nyenswah señaló que se ha retomado el programa de lucha contra el virus que él mismo dirigió durante la epidemia, que causó cerca de 4.600 muertos en el país.
Pero el temor ha invadido de nuevo a los liberianos, que todavía intentan recuperarse del sufrimiento y la devastación social y económica que provocó el ébola.
“Las últimas noticias me han hecho recordar las atrocidades que algunas personas sufrieron debido a la enfermedad”, dijo un liberiano de 66 años que viven en West Point, un suburbio de la capital.
Esta fiebre hemorrágica causa síntomas severos y es altamente contagiosa.