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La masacre de 14 reos fue ordenada desde otra cárcel

El ministro de Seguridad de El Salvador, Benito Lara (izq.), dijo el domingo 23 de agosto de 2015, que el Gobierno tenía conocimiento de una posible purga al interior del penal de Quezaltepeque que dejó un saldo de 14 pandilleros asesinados.


           
   

EFE

El ministro de Seguridad de El Salvador, Benito Lara (izq.), dijo el domingo 23 de agosto de 2015, que el Gobierno tenía conocimiento de una posible purga al interior del penal de Quezaltepeque que dejó un saldo de 14 pandilleros asesinados.

En Quezaltepeque un policía anti pandillas de El Salvador muestra la lista de los reos muertos en la masacre del penal.


           
   

Armando Trull para El Tiempo Latino

En Quezaltepeque un policía anti pandillas de El Salvador muestra la lista de los reos muertos en la masacre del penal.

San Salvador, 24 ago (EFE).- El fiscal general de El Salvador, Luis Martínez, reveló hoy que el asesinato de 14 miembros de la pandilla Barrio 18, el pasado sábado en el penal de Quezaltepeque (norte), fue ordenado por líderes de su mismo grupo recluidos en otra cárcel.

Martínez sostuvo que tienen “indicios” de quienes son dichos cabecillas, encarcelados en el centro penal de la localidad de San Francisco Gotera (nordeste), de donde serán mudados a otra cárcel, según dijo el fiscal.

El mismo no detalló cuál fue la vía por la que salió la orden de la referida prisión, porque los presos tienen “varios medios de comunicación”, como cartas o teléfonos.

Destacó que estas acciones dentro de la pandilla Barrio 18 ala Revolucionarios se dan “a raíz de los golpes que ha recibido” el grupo de parte del Gobierno y la Fiscalía.

Esta misma pandilla fue acusada por el Gobierno de “boicotear” el servicio de transporte a finales de julio mediante el asesinato de chóferes, quema de automotores y amenazas de muerte.

Por estos y otros hechos unos 100 supuestos miembros de la pandilla fueron detenidos en las semanas posteriores al sabotaje, acusados de terrorismo.

Martínez agregó que el alza de los homicidios en el país centroamericano en 2015 es una “demostración de poder” de dichos grupos, que pretenden obligar al Gobierno a negociar prebendas.

Estadísticas oficiales señalan que en los casi 8 meses transcurridos del año se suman al menos 3.912 asesinatos, cifra superior a los de todo el año 2014, cuando las muertes violentas llegaron a 3.840.