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EN PRIMERA PERSONA
   Por Milagros Meléndez-Vela



EN PRIMERA PERSONA
Por Milagros Meléndez-Vela

Mala costumbre. Cada vez que mi cuñada Lidia se refiere al Día de Acción de Gracias como el “día del pavo” me desespera y siempre le replico. Sin embargo, ella no es la única, muchos llaman al feriado de tal manera; tal vez porque es más corto decirlo, más sencillo que “thanksgiving” o porque no es una tradición arraigada a nuestra cultura.

Pobre pavo. Siendo periodista soy ‘picky’ (exigente) con la terminología y las definiciones; y confieso que a veces el ser muy meticulosa me ha traido algunos problemas de relación o comunicación con los demás. Pero en esta caso creo que vale la pena corregir. “Thanksgiving Day” es el Día de Acción de Gracias y no Día del Pavo, ¡por favor!. De hecho, pobres pavos, si lo pensamos bien, sería el ‘NO’ día del pavo, porque en lugar de celebrarlos los matamos para estar en nuestra mesa.

Dad gracias. Entre las muchas cosas que amo de este país está el Día de Acción de Gracias, simplemente porque me maravillo de que haya una nación que haga un tiempo aparte para hacer eso: “dar gracias”. Es un tiempo de familia (a pesar que la nuestra esté lejos, siempre hay alguien con quien compartir). Y siempre hay algo porque agradecer. Realmente ese debería ser un estilo de vida, el que tengamos gratitud todos los días. El problema es que muchas veces lo olvidamos y nos concentramos en lo que nos hace falta en lugar de agradecer por todo lo que tenemos.

Historia. “Thanksgiving Day” se celebra como tal el cuarto jueves de noviembre desde 1941 cuando el presidente Franklin Roosevelt estableció esa fecha. Antes en 1863, Abraham Lincoln proclamó la fiesta el último jueves de noviembre. Pero el origen data de 1621, cuando los peregrinos invitaron a los indígenas a compartir un banquete con la cosecha que los propios indígenas ayudaron a sembrar, evitando que los colonos sufran hambruna en el crudo invierno.

Se pierde. Lamentablemente cada vez el comercio está haciendo de este día menos solemne. Ahora muchos salen corriendo al terminar la cena para ir de compras, cuando antes todos las calles parecían desoladas por el cierre de tiendas. Ahora el famoso “Black Friday” se adelanta. Algunos ya empiezan a llamarlo “Gray Thursday”.


Me niego.
Para mí Acción de Gracias es sagrado. Me niego a romper la tradición, cenaré pavo, puré de camote, ensaladas, con algunos platillos peruanos. Pero el momento más importante será cuando sentados a la mesa, con mi hija que regresa del college, evaluemos y expresemos en voz alta nuestros motivos de gratitud en este año.

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