La estrella de pop Taylor Swift se llevó el galardon más cotizado en la 58 edición de los premios Grammy celebrados en Los Ángeles, el lunes 16, con el disco del año por “1989”. Swift se llevó un total de tres premios.
Sin embargo, otro que brilló en esa noche fue el rapero vanguardista Kendrick Lamar, quien obtuvo cinco galardones.
Tras la gala del lunes feriado, Swift acumula ya diez premios de la Academia de la Grabación en su trayectoria.
En su discurso, Swift recordó que es la primera artista femenina que gana dos veces el Grammy a mejor álbum y advirtió a “las mujeres jóvenes” de que puede haber gente que trate de “socavar” su éxito o “sacar crédito” de sus “logros y fama”.
“Pero si te enfocas en el trabajo y no dejas que esa gente te desvíe, algún día llegarás a donde quieres ir, mirarás alrededor y sabrás que fuiste tú y la gente que amas los que te pusieron ahí. Y esa será la mejor sensación del mundo”, añadió.
Otros triunfadores de la noche fueron la formación de soul-rock Alabama Shakes, que ganaron los premios a mejor álbum de música alternativa (”Sound & Color”), mejor canción roquera y mejor actuación de rock (”Don’t Wanna Fight”).
El inglés Ed Sheeran obtuvo dos gramófonos, entre ellos el premio a la mejor canción por “Thinking Out Loud”.
También dos Grammy se llevaron Mark Ronson y Bruno Mars incluyendo el de mejor grabación por su pegadizo éxito “Uptown Funk”.
Otros artistas que se llevaron a casa dos reconocimientos fueron Little Big Town, The Weeknd, D’Angelo, Jason Isbell y Chris Stapleton.
Además, el premio a mejor nuevo artista fue para Meghan Trainor, que agradeció el galardón entre enormes lágrimas.
El pistoletazo de salida de la ceremonia corrió a cargo de Taylor Swift, que fue la primera en subirse al escenario del Staples Center de Los Ángeles con una potente interpretación de “Out Of The Woods”.
A continuación actuaron Sam Hunt y Carrie Underwood (”Take Your Time” y “Heartbeat”) y The Weeknd, que empezó con una eléctrica “Can’t Feel My Face” antes de abordar la íntima “In The Night”.
Andra Day con Ellie Goulding (”Rise Up” y “Love Me Like You Do”) precedieron el homenaje coral a Lionel Richie, que este año recibió el premio Persona del Año, y que reunió a artistas como John Legend o Demi Lovato para rememorar algunos de sus clásicos, como “Easy” o “You Are”, antes de afrontar Richie, con chaqueta plateada incluida, una multitudinaria “All Night Long”.
Otro de los momentos más destacados de una noche muy nostálgica tuvo el sello de Jackson Browne y The Eagles, que interpretaron una emocionante “Take It Easy” en recuerdo del desaparecido Glenn Frey.
Kendrick Lamar, apareció encadenado en una cárcel y luego bailando en torno a una hoguera gigante, todo acompañado de bases tensas de jazz y ritmos africanos sobre los que rapeó, con una energía desbordante, “The Blacker The Berry” y “Alright”, para luego cerrar una intervención abrumadora proyectando el mapa africano impreso con la palabra Compton, su ciudad nativa.
Tras cuatro años de ausencia volvió a los Grammy Adele, que cantó con poderío “All I Ask”.
También era muy esperada la actuación de Justin Bieber.
Todo quedó en poco cuando salió Lady Gaga que, con un juego de luces que dibujaba sobre su cara los mil y un rostros del camaleónico David Bowie, inició un espectáculo muy visual y colorido en el que enlazó canciones del fallecido artista como “Space Oddity”, “Changes” y “Heroes”.
La noche se cerró con el heavy desbocado de Hollywood Vampires.
El broche final lo dio Pitbull acompañado de Robby Thicke y la sorpresiva aparición de la colombiana Sofía Vergara como bailarina.