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Trump planea restringir el acceso de la prensa a los bailes inaugurales oficiales

El comité inaugural de Donald Trump romperá con todo precedente y solo permitirá el  acceso a un selecto grupo de periodistas (“pool” press) para dar cobertura a dos de sus celebraciones oficiales, dejando por fuera a otros periodistas que deseen  informar sobre estos eventos por su propia cuenta, sin supervisión oficial.

Miembros de los medios de comunicación levantan sus manos para tratar de hacer preguntas durante la primera conferencia de prensa del presidente electo Donald Trump.


           
   

Jabin Botsford | The Washington Post

Miembros de los medios de comunicación levantan sus manos para tratar de hacer preguntas durante la primera conferencia de prensa del presidente electo Donald Trump.

Los dos bailes inaugurales sancionados oficialmente, programados para la noche del viernes en el Centro de Convenciones de Washington, serán cubiertos solo por el “pool”, lo cual significa que sólo se admitirá a un puñado de reporteros y fotógrafos cuando Trump aparezca, después de haber prestado juramento como presidente. Los periodistas estarán bajo la dirección del personal de prensa de Trump, y sus tiempos y movimientos dentro del edificio estarán a discreción de este personal.

Por otra parte, el hotel Trump International en Washington declaró que estaba vetando la presencia de periodistas en sus terrenos, durante la semana de inauguración, según Politico. La Organización Trump administra el hotel bajo un contrato de arrendamiento con el gobierno federal, propietario del edificio ubicado en Pennsylvania Avenue, a pocas cuadras de la Casa Blanca.

Los reporteros del “pool” suministran despachos escritos, fotos y grabaciones de audio y video, que son compartidas con otros periodistas que no asisten al  evento. Estos grupos se utilizan normalmente cuando no es posible acomodar un número mayor de periodistas en un evento presidencial, debido a preocupaciones de espacio o seguridad.

Históricamente, los bailes inaugurales oficiales, que atraen a miles de invitados, han sido eventos de “prensa abierta”, lo cual significa que cualquier reportero, sujeto a control de seguridad, puede cubrirlos.

El Comité Presidencial de Inauguración (PIC, por sus siglas en inglés) no dio ninguna explicación sobre esta política de restricción a la prensa. Boris Epshteyn, director de comunicaciones del PIC, escribió un lacónico correo electrónico diciendo: “Pool para los dos bailes inaugurales y prensa abierta para las Fuerzas Armadas”. Esto último se refiere a una celebración inaugural en honor a los militares estadounidenses que se realizará el viernes en el Museo Nacional de la Construcción. Está previsto que Trump, el vicepresidente electo Mike Pence, y sus esposas, asistan a los tres eventos.

Epshteyn no respondió a las preguntas suscitadas por esta declaración.

El centro de convenciones ha sido la sede de los bailes presidenciales desde su apertura en 2003. Anteriormente, los periodistas tenían acceso abierto a los eventos inaugurales celebrados allí. Por lo general, sus movimientos no eran restringidos, aunque el segundo comité inaugural del presidente George W. Bush exigió que los periodistas permanecieran en un área “especialmente designada” para la prensa y utilizaran escolta oficial cuando abandonaran el lugar.

El presidente electo se ha quejado de la cobertura de los medios de comunicación desde que se postuló como candidato, a mediados de 2015. Durante su campaña, revocó las credenciales de prensa de una docena de organizaciones noticiosas que le disgustaron, incluido The Washington Post. La semana pasada, en su única conferencia de prensa después de las elecciones, Trump criticó a CNN como proveedor de “noticias falsas” y a BuzzFeed como “un montón de basura sin valor”, por reportar memorandos alegando que funcionarios de inteligencia rusos tenían  información perjudicial sobre él. En Twitter, ha señalado regularmente a reporteros y medios de noticias por criticarlo.

Trump y sus asesores también han discutido el traslado de reporteros de la sala de prensa de la Casa Blanca, aunque hasta ahora no se ha tomado ninguna decisión.

En términos prácticos, la restricción a sólo los del “pool” en las celebraciones inaugurales significa que el acceso de los medios de comunicación a este evento está a discreción del personal de Trump. No está claro cuánto tiempo se les otorgará a los reporteros del “pool” para divulgar antes, durante y después de que el presidente y el vicepresidente hayan aparecido y hayan partido. Teóricamente, los eventos noticiosos -un problema de seguridad, una aparición sorpresa, un problema logístico importante, etc.- podrían ocurrir antes o después de que el “pool” ya no esté en el lugar.

“No es lo mismo que moverse y permanecer allí todo el tiempo que quieras”, dijo un reportero de la Casa Blanca. “Básicamente están diciendo: ‘Se enterarán de lo suceda cuando lleguen allí. Y luego tendrán que irse’”.

Sin embargo, el “pool” de televisión podrá grabar las declaraciones del presidente y su primer baile con la primera dama Melania Trump, las imágenes más importantes para los noticieros de televisión, dijo un reportero videográfico. “Eso es lo que realmente nos importa”, dijo.

La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA, por sus siglas en inglés) que representa a los periodistas en las negociaciones para un mayor acceso a los eventos presidenciales, dijo que tenía poca información sobre los planes del comité inaugural para los bailes. “La WHCA ha estado presionando para lograr un amplio acceso de la prensa a los eventos inaugurales, al igual que lo hacemos para los eventos en la Casa Blanca”, dijo Jeff Mason, el presidente de la organización.