El presidente Trump rara vez muestra su lado blando públicamente, pero el dueño de los Patriots de Nueva Inglaterra, Robert Kraft, lo hizo por él el viernes durante una aparición en Fox News.
Kraft dijo que después de que su esposa Myra falleció, en 2011, Trump fue su amigo leal y reflexivo.
“En los momentos más difíciles de mi vida, él estuvo allí para mí”, confesó Kraft al presentador del programa Fox & Friends, Brian Kilmeade. “Vino al funeral con Melania. Me fue a visitar en mi casa…Me llamó una vez a la semana durante un año. ‘¿Como has estado?’ Estaba realmente deprimido, y él me invitó salir y se preocupó por mi”.
Pocas personas fueron tan dedicadas como Trump durante ese período, agregó Kraft.
Kraft, quien hizo su fortuna manejando una empresa de papel y embalaje fundada por su suegro, dijo que él y Trump nunca hicieron negocios juntos pero se conviertieron en buenos amigos hace 20 años. Durante la campaña presidencial, Trump se jactaba de contar con el apoyo de Kraft, el entrenador de los Patriots Bill Belichick y el quarterback Tom Brady. (Brady y Belichick han dicho que tienen una “amistad” con Trump).
Trump, obsesionado con proyectarse como un hombre fuerte, rara vez ha dado a los medios de comunicación una visión de momentos como los descritos por Kraft.
“La última vez que lloré fue cuando era un bebé”, dijo a la revista People durante la campaña.
Una excepción: Trump se abre (un poco) cuando explica por qué cambió su postura sobre el aborto.
“Lo que sucedió es que unos amigos, hace años, iban a tener un hijo, que iba a ser abortado”, explicó durante el primer debate republicano. Y no fue abortado. Y ese niño hoy es una superestrella total, un gran, gran niño. Y lo vi.
Trump permite que las personas que lo conocen compartan anécdotas humanizantes sobre él – pero incluso esas son raras. En un discurso en la Convención Nacional Republicana, Ivanka Trump describió el toque personal de su padre.
“A lo largo de los años, en demasiadas ocasiones para contar, vi a mi padre arrancar historias del periódico sobre personas a las que nunca había conocido, que se enfrentaban a alguna injusticia o dificultad”, dijo. “Escribía una nota a su ayudante, con un rotulador negro, y pedía que la persona fuera encontrada e invitada a Trump Tower para reunirse con él. Hablaba con ellos y luego aprovechaba su extensa red para encontrarles un trabajo o conseguir un descanso”, contó su hija.
La lista pública de tales historias no es muy larga, pero Kraft agregó una el viernes.
Traducido por El Tiempo Latino / El Planeta Media