Las autoridades de inmigración estadounidenses lanzaron una serie de redadas, paradas de tránsito y puestos de control en al menos media docena de estados en todo el país el jueves y el viernes, barriendo a un número desconocido de inmigrantes indocumentados, dijeron abogados y organizaciones que abogan por los derechos de los inmigrantes.
Las redadas, que parecen dirigirse a decenas de inmigrantes indocumentados, incluyendo a aquellos sin antecedentes penales, marcan el primer episodio a gran escala de la aplicación de las leyes inmigración dentro de los Estados Unidos desde que el presidente Trump firmase el 26 de enero un decreto que ordena repeler a los 11 millones de inmigrantes que viven aquí ilegalmente.
También parecía señalar un cambio con relación a la aplicación de leyes migratorias durante la la administración Obama, cuando los principales blancos eran aquellos con antecedentes penales. Trump se ha comprometido a deportar hasta 3 millones de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales.
La noticia de los allanamientos circuló rápidamente entre los inmigrantes, los activistas y en las redes sociales, creando un pánico tan generalizado en las comunidades de inmigrantes que un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional dijo que el departamento había decidido tomar el paso sin precedentes de confirmar algunos detalles de las redades cuando estas estuviesen en marcha.
Gillian Christensen, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, que supervisa el Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), confirmó que agentes de ICE esta semana habían hecho redadas en casas y lugares de trabajo en Atlanta, el área de Los Ángeles y otras dos ciudades, como parte de las acciones rutinarias de los agentes de “inmigración”.
Pero los activistas de inmigración dijeron el viernes que habían documentado incursiones de intensidad inusual por parte de ICE en las últimas 48 horas en Vista, Pomona y Compton, California; Austin, Dallas y Pflugersville, Texas; Alexandria y Annandale, Virginia; Charlotte y Burlington, Carolina del Norte; Plant City, Florida; la región de Hudson Valley en Nueva York; y Wichita, Kansas. También hubo reportes de puntos de control de ICE, dirigidos a los inmigrantes para chequeos aleatorios, en Carolina del Norte y en Austin, Texas.
El sindicato 32BJ SEIU, el más grande en el sector de servicios de limpieza más y con una amplia fuerza laboral latina dijo en un comunicado que “como un sindicato que representa a miles de trabajadores inmigrantes, nos sentimos profundamente perturbados por las recientes incursiones de la Agencia de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos contra cientos de trabajadores inmigrantes en 6 estados. Condenamos estas acciones contraproducentes, que interrumpen vidas, desgarran a las familias y castigan injustamente a la gente trabajadora, mientras obligan a todos los inmigrantes – documentados o no – a vivir en constante temor. En lugar de estas duras tácticas, el gobierno debe centrarse en reparar nuestro sistema de inmigración roto. Debemos poner nuestro sistema de inmigración en línea con nuestros intereses económicos y valores humanitarios, seguiremos luchando por una reforma migratoria de sentido común para proteger a todos los trabajadores, asegurar nuestras fronteras y reunir a las familias”.
(Lea la nota completa del Washington Post aquí)