El Presidente Donald Trump puede querer amurallar las comunidades del sur del país, pero México está aún contento de hablar el idioma.
Con el ojo puesto en hacer que su población sea más competitiva en la economía global, México está impulsando nuevos planes ambiciosos para que en dos décadas todos sus estudiantes estén hablando inglés igual que el español.
El Ministro de Educación de México, Aurelio Nuño, dijo el lunes en la noche que esperaba que todas las escuelas pudieran tener maestros de inglés de aquí a 10 años, y que deseaba proponer la meta de que todos los maestros hablen fluido el inglés y el español. Bajo el nuevo plan, serán dictadas clases de inglés a estudiantes desde la escuela básica hasta secundaria.
La meta del inglés es parte de una reforma más amplia del sistema de educación mexicana que comenzó hace cuatro años, al inicio de la presidencia de Enrique Peña Nieto. La base del cambio es alejarse de un sistema de escuelas públicas conocido por la memorización y la burocracia, a uno de mayor calidad educativa en la que los maestros estén calificados y los niños “aprendan a aprender” en formas diferentes, dijo Nuño.
El Ministro de Educación también planea permitir que las escuelas elijan un 20 por ciento de su pensum. Para el año pasado, las escuelas pudieron elegir la duración de su año escolar de acuerdo a sus condiciones locales.
Las reformas educativas han enfrentado fuertes resistencias. Sindicatos de maestros con gran poder, particularmente en los estados sureños de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, se han opuesto a las reformas que exijen exámenes mandatorios para maestros. La administración de Peña Nieto ha intentado tener control sobre los líderes sindicales que controlan algunas áreas de las decisiones de contrataciones y presupuestos de educación. Este conflicto ha generado protestas, bloqueos y otras manifestaciones, que en algunos casos han ocasionado muertes.
Varias personas fueron asesinadas el verano pasado cuando manifestantes se enfrentaron a motines policiales en el estado sureño de Oaxaca. El gobierno ha despedido cerca de cuatro mil maestros que se han rehusado a participar en el examen.
Nuño, quien fue el anterior Jefe de Gabinete de Peña Nieto, ha dicho que gobiernos anteriores han anunciado metas ambiguas para impulsar la educación bilingüe e introducir la tecnología en los salones de clase, y esos planes no se han materializado.
“Estamos enfrentando un grave problema de credibilidad”, le dijo Nuño a reporteros durante la presentación del plan en el Ministerio de Educación. “Por casi 20 años, padres han escuchado acerca del inglés y las computadoras, y esto no ha funcionado. Esa es la verdad”.
La propuesta actual, dijo, es un plan mucho más detallado, con metas específicas e indicadores. Las autoridades mexicanas planean enfocarse principalmente en el entrenamiento del inglés para profesores universitarios mexicanos, con el fin de que los nuevos educadores tengan experiencia en el lenguaje.
“El primer paso es que sean bilingües”, dijo. “Si logramos eso, habremos recorrido la mitad del camino”.
Algunos expertos de educación en México estaban escépticos acerca de que un par de horas de instrucción de inglés a la semana podrían lograr que estudiantes resultaran angloparlantes en secundaria.
“No veo que existan alternativas para lograr la meta”, dijo Ángel Rogelio Díaz Barriga, investigador educativo de la Universidad Nacional Autónoma de México. “No tenemos entrenamiento suficiente para lograr eso. No tenemos profesores suficientes”.
Otros advirtieron que ese tipo de planes a largo plazo están sujetos a cambios drásticos cuando una nueva administración llegue al poder. El líder actual en las encuestas para la carrera presidencial de 2018 es Andrés Manuel López Obrador, un político izquierdista que ha sido uno de los partidarios principales de las protestas de educadores en contra de la reforma educativa.