COMPARTE

Desde hace mes y medio, cientos de miles de venezolanos han respondido a convocatorias de protestas en todo el país, que se han desarrollado todos los días de manera ininterrumpida en oposición al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Se trata de una de las mayores manifestaciones registradas en el país desde diciembre de 2014, cuando la oposición también salió a las calles para demandar “la salida” de Maduro.

El gobierno ha respondido con una brutal represión por parte de las fuerzas militares. Al cierre de esta edición habían muerto al menos 39 personas durante este proceso de conmoción social.

Trataremos de explicar cuál fue el detonante de este conflicto, por qué continúa y qué escenarios posibles hay en el futuro.

¿Qué desató el conflicto?

Aunque los enfrentamientos entre gobierno y oposición son de larga data, esta nueva ola de protestas y tensión política inició el 31 de marzo, dos días después de que el Tribunal Supremo de Justicia -cuyos jueces son adeptos al gobierno de Nicolás Maduro- emitió una sentencia que le permitía anular a la Asamblea Nacional -el órgano legislativo y único poder controlado por la oposición- que quedó inhabilitada para ejercer sus competencias.

Esta decisión fue calificada por la oposición venezolana como un “golpe de Estado”, y de inmediato iniciaron las convocatorias a manifestaciones. La decisión también tuvo rechazo por parte de organismos internacionales y presidentes, y la presión obligó al TSJ a revertir su polémica sentencia. Pero ya era demasiado tarde…La calle ya estaba “caliente”.

Adicionalmente, el problema de fondo es que Venezuela atraviesa por una aguda crisis humanitaria y un colapso económico reflejado en la inflación más alta del mundo, el empobrecimiento masivo de la población y una severa escasez de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad.

¿Cuáles son las demandas de la oposición?

Los manifestantes piden la celebración de elecciones anticipadas (las elecciones presidenciales corresponden en 2018), la liberación de presos políticos como es el caso del líder opositor Leopoldo López, el establecimiento de un canal humanitario que mitigue el desabastecimiento de alimentos y medicamentos, y el reconocimiento pleno de la Asamblea Nacional.

¿Qué responde el gobierno?

La respuesta del régimen ha sido brutalmente inflexible. Ha reprimido a los manifestantes de la oposición con balas de goma y los ha envuelto en gas lacrimógeno. Hasta ahora se han registrado 39 muertos, en su mayoría jóvenes menores de 30 años.

El presidente Nicolás Maduro ha dicho públicamente que las manifestaciones tienen carácter “golpista” y ha acusado a los participantes de fomentar la violencia, el “terrorismo” y de querer preparar el terreno para una intervención extranjera.

La semana pasada, Maduro hizo una convocatoria inesperada: una asamblea constituyente para cambiar la constitución, con el detalle de que los constituyentistas no serían elegidos por votación directa, universal y secreta como establece la ley, sino por asambleas comunales controladas por el oficialismo. La oposición se negó a participar en este proceso que lo calificó de una “trampa” para eliminar las elecciones y atornillarse en el poder.

¿Qué ha hecho la comunidad internacional?

Aunque ha habido pronunciamientos de presidentes y organismos internacionales, poco se ha logrado en ese ámbito para salvar a Venezuela.

El 17 de abril, 11 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) emitieron un comunicado conjunto para rechazar la muerte de seis ciudadanos en el marco de las de protestas. Luis Almagro, secretario general de OEA, calificó como golpista, represor, dictatorial y asesino al gobierno del presidente Nicolás Maduro. La aplicación de la Carta Democrática de la OEA en Venezuela, aunque sólo implicaría una suspensión temporal del país en el organismo, sería un mecanismo de presión muy fuerte que debilitaría su imagen y causaría daños colaterales especialmente en materia de acuerdos comerciales. Esto aún no ha sucedido.

Las cancillerías de Colombia, Perú, Panamá, Argentina, Paraguay, México y Chile se pronunciaron para expresar su preocupación ante la situación en Venezuela y por la inhabilitación política de 15 años decretada por la Contraloría venezolana al líder opositor Henrique Capriles.

El 27 de abril, la Unión Europea aprobó en su sesión plenaria una resolución que critica “las violaciones al orden constitucional” y condena “la represión brutal contra manifestantes pacíficos”. El 10 de abril, el departamento de Estado de Estados Unidos instó a “las fuerzas de seguridad gubernamentales a que protejan las protestas pacíficas, y no que las impidan”.

Un proyecto de ley presentado en el Senado de Estados Unidos por una amplia coalición bipartidista incluye 10 millones de dólares para crear una iniciativa de ayuda humanitaria dirigida por Estados Unidos, reforzar las sanciones de altos funcionarios del gobierno y un informe público sobre la participación de esos funcionarios en el tráfico de drogas y la corrupción.

El Washington Post publicó una editorial el 3 de mayo en la que concluye: “Los esfuerzos de Estados Unidos para rescatar a Venezuela han sido esporádicos y mediocres; este es el momento de acelerarlos”.

¿Cómo es posible que Maduro haya podido aguantar con tantas protestas?

La oposición denuncia que el gobierno tiene controlados absolutamente todos los poderes públicos. Inclusive el congreso, que ganó la oposición en diciembre de 2015, no ha podido desempeñar sus funciones porque el Tribunal Supremo de Justicia consideraba nulas sus acciones. Con funcionarios de su gobierno acusados de narcotráfico y crímenes de lesa humanidad, el costo de salida del gobierno es infinito.

¿Y qué pasó con el Revocatorio?

En la constitución venezolana existe la posibilidad de convocar un referendo revocatorio, y la oposición activó este recurso el año pasado, recolectando firmas con este propósito y aprovechando la bajísima popularidad que tiene el gobierno de Maduro, según reportan las encuestas. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral -también controlado por el gobierno- anuló esa alternativa, alegando que el proceso de recolección de firmas fue fraudulento. De este modo, se cerró esa puerta que podía representar un cambio para el país por la vía electoral.

¿Qué perspectivas hay en el futuro?

Tras el intento fallido de diálogo a finales de 2016, la opción del diálogo genera mucho rechazo y escepticismo. También parece poco probable que el gobierno acceda a la celebración de elecciones presidenciales adelantadas, una condición que para la oposición es irrenunciable.

Luis Vicente León, economista y analista político venezolano de gran prestigio y trayectoria, habla de dos escenarios posibles, que copio a continuación:

  1. Que la presión opositora continúe creciendo, pero el gobierno esté dispuesto a reprimir brutalmente y sin descanso, aún en el medio del repudio internacional y las sanciones, pues su alternativa es sólo una: que le corten la cabeza. Con un sector militar también comprometido, este escenario se puede prolongar por un tiempo impredecible, que lleva al país a la conformación de grupos paramilitares y guerrilleros que pasan a formar parte de la vida cotidiana del país, pero con el gobierno manteniendo el poder.
  2. Que la presión opositora llegue al máximo nivel y fracture internamente al chavismo y al sector militar, frente al miedo de lo que podría ocurrirles en el futuro ante violaciones brutales y evidentes a los derechos humanos, con delitos imprescriptibles. En este caso, es probablemente que el sector militar sea quien decida buscar y coordinar la negociación para reducir y controlar los costos de salida. Esa negociación ocurriría con un líder opositor que haya logrado en el camino capitalizar la lucha y convertirse en el referente intocable del grupo que presiona el cambio.

¿Cómo puedo ayudar a Venezuela?

Usted puede ayudar a los venezolanos de la siguiente manera:

-Donando dinero a fondos de ayuda humanitaria. Recomiendo tres, pero hay muchos más:

Primeros Auxilios: https://www.gofundme.com/zq978c

Medicinas e insumos médicos: https://www.amazon.com/gp/registry/wishlist/?ie=UTF8&cid=AB98J5MJ74G8M

Comida para niños en hospitales y casas hogar: https://www.gofundme.com/comparteporunavida

-Difundiendo información (de fuentes confiables) acerca de la situación, para que sus amigos se enteren de lo que pasa

-No hacer negocios con empresas propiedad del gobierno venezolano. Si está en los Estados Unidos, no llene el tanque de gasolina en Citgo. No ayudemos a pagar por las armas, el gas lacrimógeno y el equipo antidisturbios que las fuerzas armadas y la policía usan contra manifestantes pacíficos.

-Escriba una carta a su representante local, envíele un Tuit o visítelo personalmente para pedir sanciones a funcionarios venezolanos. No desestimemos el poder de este granito de arena.

-Escriba cartas o envíe un tuit o un mensaje a través de cualquier red social a las empresas que están haciendo negocios con el gobierno venezolano y exija que no apoyen la dictadura.

-No critique a la oposición, especialmente si usted no es cercano a la situación.Hay personas que han perdido a sus familiares en esta lucha. No trate de defender lo indefendible, pues es una falta de respeto con las víctimas. Infórmese bien antes de emitir una opinión.

COMPARTE
últimas noticias


Sucesos

El caso de Hickman's Family Farms

MS-13: "Te unís o te morís"


Política

La representante Tricia Cotham deja el Partido Demócrata para unirse al Republicano


Nacional

En Florida preparan ley contra los periodistas y medios de comunicación