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Lo que debes saber sobre las grasas

“Mantenernos con buena salud es un deber; de lo contrario no seremos capaces de mantener nuestro cuerpo y mente fuertes y claros”. Buddha


El cuerpo necesita de la grasa para mantenerse sano y tener un funcionamiento óptimo del organismo. Las grasas cumplen múltiples funciones y hoy veremos el rol que desempeñan en nuestra salud, así como cuales son las mejores y las que debemos evitar.

El concepto de que si comes grasa acumulas grasa es sencillamente falso, así como la idea de que lo único que importan son las calorías. Es cierto que la grasa tiene 9 calorías por gramo versus 4 calorías por gramo de las proteínas o los hidratos de carbono. Lo que no se tiene en cuenta es la capacidad saciante de las grasas. Las calorías son importantes, pero importan más tus hormonas.

Una serie de estudios hechos en la década de los 50 y 60 nos hicieron creer que las grasas -especialmente las grasas saturadas- tenían incidencia en las enfermedades coronarias. Hoy en día se ha demostrado que las grasas artificiales son las dañinas así como el azúcar, ambos presente en la mayoría de los alimentos procesados.

TIPOS DE GRASAS

1) Grasas insaturadas:

Formadas principalmente por ácidos grasos insaturados, y que se subdividen en grasas monoinsaturadas (que son líquidas a temperatura ambiente, se encuentra en alimentos como aceite de oliva, aguacate y almendras) y grasas poliinsaturadas (son líquidas incluso a bajas temperaturas, y proceden principalmente de fuentes animales como salmón, atún y sardina y aceites vegetales de girasol, maíz, soya).

Las grasas animales poliinsaturadas son muy beneficiosas, pero las vegetales no tanto. El principal problema que tienen es que se oxidan fácilmente, especialmente a altas temperaturas, por lo que no deben utilizarse para cocinar. Otro inconveniente importante de los aceites vegetales es su alto contenido en Omega 6.

2) Grasas saturadas:

La grasa saturada juega un papel clave en nuestro organismo. Una de las grandes ventajas de las grasas saturadas es que son estables a altas temperaturas, y por tanto son ideales para cocinar. En esta categoría entran grasas como la mantequilla, aceite de cerdo o de pato y también el aceite de coco. Todas estas son ideales para cocinar porque soportan altas temperaturas sin generar toxinas.

Afortunadamente, ya es aceptado que las grasas insaturadas son buenas y deben formar parte de las dietas. Aunque algunos siguen temerosos y no recomiendan más del 20 por ciento del total de la dieta, podríamos decir que es un tema ya superado.

Sin embargo, todavía persiste la idea de que las grasas saturadas son perjudiciales y deben excluirse de tu alimentación. Veamos algunos de los beneficios  que aportan las grasas saturadas:

-La mitad de las membranas celulares están formadas por grasa saturada. Su alta estabilidad y resistencia a los radicales libres las hacen ideales para la protección de las células.

-Son importantes para la salud de los huesos, ya que nuestro cuerpo necesita grasa saturada para fijar el calcio en los huesos. Por eso los lácteos sin grasas no son una fuente recomendable de calcio.

-Mejoran el sistema inmunológico. Un ejemplo de ello es que la leche materna tiene un 50% de grasa saturada, lo que previene muchas enfermedades en los meses de lactancia.

-Tu cerebro es principalmente grasa saturada, e incluso los beneficiosos ácidos grasos omega 3 no pueden ser correctamente utilizados por tu cerebro en ausencia de grasa saturada.

3) Grasas trans:

Estas grasas son básicamente artificiales, creadas a partir de la hidrogenación de grasas vegetales, con el objetivo de alargar la vida de los productos procesados. Estas son las verdaderas grasas malas, las que debes evitar a toda costa, pero que lamentablemente están presentes en múltiples productos como margarina, galletas, bollería y muchos alimentos de comida rápida.

Algunas recomendaciones:

-No cocines con aceites vegetales insaturados.

-El aceite de oliva es superior a otros aceites vegetales, y muy recomendable como aderezo en ensaladas o al cocinar en el horno.

-Para cocinar, también podemos usar grasas de origen animal así como mantequilla, que son estables a altas temperaturas.

-El aceite de coco es otra opción, ya que contiene principalmente grasa saturada y soporta altas temperaturas.


Caterine García es entrenadora personal y chef de comida saludable. Síguele a través de las redes sociales de Instagram, Facebook y twitter como @gogreenandfif

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