Ali Garland no estaba esperando conocer a su esposo cuando envío un inocente tuit en el verano de 2010. “Acabo de comprar un dominio”, escribió. “Ahora solo necesito descubrir cómo configurarlo.
Andrew Couch, un blogger de viaje a quien seguía pero con el que nunca había interactuado, le respondió rápidamente. Su intercambio casual progresó a mensajes directos, los cuales llevaron a una sesión corta por Skype y “hasta ahí llegó”, recuerda Garland. Pero un par de semanas después empezó a revisar su página Web. “Pensé ‘esta persona me ayudó y me siento mal de ni siquiera haber visto su blog’ ”.
Ahí fue cuando descubrió que se había mudado a Europa por un antojo, sin ni siquiera tener trabajo allá- algo con lo que siempre ella había fantaseado.
Empezó a enviarle correos electrónicos con preguntas acerca de cómo era vivir afuera como expatriado, y al poco tiempo estaban teniendo sesiones por Skype, la mayoría en las noches de fines de semana, algunas veces hasta horas de la madrugada cuando Couch, quien estaba seis horas adelantado, se quedaba dormido en su computadora. Se conocieron en persona durante un viaje de Día de Acción de Gracias a Praga y siete meses después se casaron en Atlanta, donde ella vivía para ese momento. La pareja ahora vive en Berlín.
La historia de amor de Garland y Couch puede que sea única pero no es una anomalía. Twitter no se presenta como un servicio de citas o incluso como un lugar para conocer personas. Sin embargo, desde su fundación en 2006, ha surgido como un casamentero improbable para personas solteras que comparten gustos altamente específicos que puedan ser buscados a través de etiquetas. La etiqueta #WeMetOnTwitter, la cual ha sido usado en alrededor de 500 publicaciones de Twitter de acuerdo a la herramienta de análisis Keyhole, sugiere que hay muchas personas que encuentran parejas románticas usando esta red social más típicamente usada por agencias de noticias y celebridades. Una de esas parejas, Anuj Patel y Sumita Dalmia, basados en Atlanta, tuvieron una boda con el tema de Twitter en Noviembre. Twitter no mantiene estadísticas de cuántas personas se conocieron a través de su sitio Web, pero siempre está buscando información y publicando historias de personas que han usado la aplicación para “suscitar un romance”, de acuerdo a información de la página Web.
El hecho de que Twitter se haya convertido en un terreno fértil para conocer a solteros tiene sentido considerando su demografía: más de un tercio de estadounidenses entre 18 y 29 años de edad forman parte de los 313 millones de usuarios activos de la aplicación, de acuerdo a un reporte publicado el año pasado por el Centro de Investigaciones Pew.
La’Queasha Beard, un pastor de Miami que dirige una agencia de comunicaciones, dice que ella nunca consideró unirse a aplicaciones para citas como Tinder, considerando su reputación para facilitar encuentros sexuales sin compromisos. Pero estaba acostumbrada a que le enviaran piropos a través de los mensajes de Twitter, dijo, incluyendo un mensaje hace cuatro años de parte de quien es ahora su prometido, el pastor Bryce Graham. Los dos se convirtieron en novios cuando ella todavía vivía en St. Louis. Se comunicaban en su mayor parte a través de FaceTime antes de que ella se mudara a Florida para estar más cerca de él.
Pero lo mismo que hace a Twitter tan llamativo para personas solteras – el hecho de que no es un servicio de citas – también puede hacerlo complicado de navegar. Es por esto que la aplicación para citas basada en el Reino Unido, Loveflutter, ofrece una plataforma más discreta para que los usuarios de Twitter hagan su primera movida. Loveflutter salió inicialmente al mercado en 2013, solicitando a sus usuarios que tomaran cuestionarios personales antes de entrar, y se relanzó el año pasado como una versión más “peculiar” de Tinder. Utiliza una interface de arrastre similar que la de Tinder pero muestra las bios de los usuarios – las bios deben ser de 140 caracteres o menos – antes de las fotos para enfatizar cerebro sobre apariencias.
Cuando Loveflutter hizo un nuevo relanzamiento a principios de este mes, presentó una función que integra los 10 tuits más recientes del usuario en el perfil. El co fundador de la aplicación, Daigo Smith, cree que es el primer servicio de citas que hace esto. Muchas otras aplicaciones han utilizado tecnología similar – por ejemplo, Tinder permite integrar cuentas de Instagram y Spotify – pero Smith argumenta que los tuits ofrecen un potencial para permitir encuentros con mucho más insight de la personalidad del otro. La aplicación tiene actualmente cerca de un millón de usuarios alrededor del mundo, según informó Smith.
Smith dijo acerca de flirtear en Twitter: “Pienso que es muy público. ¿Cómo solventas eso?” Su aplicación promete dar confianza a los usuarios antes de contactar a otros. “La belleza del sistema de atracción mutua es que no estás reconociendo que te gusta otra personas a menos que sepas que esa persona está también interesada”.
De acuerdo a una encuesta conducida por Loveflutter en enero entre mil usuarios, casi la mitad dijo que habían seguido a alguien en Twitter porque tenían interés de una potencial relación amorosa. Alrededor de un cuarto de los encuestados dijeron que habían flirteado con otro usuario a través de un Me Gusta, una respuesta o un mensaje directo, y solo uno por ciento dijo que habían invitado a salir a alguien a través de Twitter. Noventa y seis por ciento de los encuestados dijeron que Twitter es el “lugar incorrecto” para buscar citas.
Pero en una era en la que hay un robot para conectar compañeros de trabajo y una aplicación de citas para emparejar usuarios de LinkedIn, la línea entre negocio y placer nunca había estado tan borrosa. “Nos gusta separar ciertas cosas de nuestras vidas. (Las personas piensan) que Twitter es solo para negocios y cosas profesionales”, dijo Thomas Edwards, asesor de citas que fundó el servicio Professional Wingman. “Pero no, son solo herramientas y tu decides cómo usarlas”
Edwards sabe de lo que habla: En 2009 recibió un mensaje directo de otra asesora de citas que lo consiguió a través de una etiqueta, le hizo retuit y luego le sugirió que se conocieran en persona para intercambiar ideas acerca de la industria. Al principio mantuvieron sus conversaciones siempre relacionadas al negocio, pero pronto se volvió evidente que eran más que compañeros profesionales. La pareja, que vive hoy en Los Ángeles, se casó en 2014 y dio a luz a su primer hijo a principios de este mes.
Laurie Davis Edwards dijo que en un inicio le atrajo la foto de perfil de Thomas, pero que después aumentó la atracción cuando leyó los “tiernos” tuits acerca de su familia y amigos. “Pienso que lo que hace que plataformas como Twitter, Instagram, incluso Snapchat, tan viables (para conocer gente) es que puedes tener una noción de cómo esa persona vive su vida”, dijo la fundadora del servicio de citas eflirt y autora del libro publicado en 2013: “Amor al primer click: La Guía Fundamental para Conseguir Citas En Línea”.
Admite que consiguió citas anteriormente a través de plataformas como Myspace y Craigslist, pero insiste que Twitter es una plataforma ideal para conectar con potenciales compañeros, mientras las personas pasen de respuestas públicas a mensajes directos rápidamente. Advierte que incluso en esos casos puede ser un reto evaluar la situación. “Al final al invitar a alguien a salir por Twitter existe el mismo miedo a rechazo”, dijo.
“Pero es muy posible”, agregó Thomas. “Todo se reduce en los mensajes directos”.