En Twitter el miércoles por la mañana, el presidente Donald Trump anunció que prohibiría que las personas transgénero sirvan al ejército, citando los “costos médicos” como el principal motor de la decisión.
“Nuestro ejército debe concentrarse en una victoria decisiva y abrumadora y no puede estar agobiado por los tremendos costos médicos y la interrupción que implicaría los transgénero en el ejército”, escribió el presidente.
Aunque Trump no ofreció ningún número para soportar esta afirmación, un estudio encargado por el Departamento de Defensa publicado el año pasado por Rand Corp. proporciona estimaciones exhaustivas de los posibles costos médicos de los miembros transexuales.
Teniendo en cuenta la prevalencia de miembros transgénero entre los militares en servicio activo y los típicos costos de atención médica para el tratamiento médico relacionado con la transición de género, el estudio de Rand calculó que estos tratamientos costarían a los militares entre 2.4 millones y 8.4 millones de dólares anuales.
El estudio no incluyó estimaciones de estos costos para los reservistas, debido a “su muy limitada asistencia médica militar”. Tampoco incluyó estimaciones para los jubilados o miembros de la familia militar, porque muchas de esas personas también pueden tener “elegibilidad limitada” para el cuidado a través de las instalaciones de tratamiento militar.
“La implicación es que incluso en el escenario más extremo que pudimos identificar … esperamos sólo un aumento de 0,13 por ciento (8.4 millones de dólares de un total de 6.200 millones) en el gasto de atención médica”, concluyeron los autores de Rand.
Por el contrario, el gasto militar total en medicamentos para la disfunción eréctil asciende a 84 millones de dólares anuales, según un análisis de Military Times, 10 veces el costo de la atención médica anual relacionada con la transición para los miembros del servicio transgénero de servicio activo.
El ejército gasta 41,6 millones de dólares anuales solo en Viagra, según el análisis del Military Times – aproximadamente cinco veces el gasto estimado en la atención médica relacionada con la transición para las tropas transgénero.
Visto de otro modo, la estimación más de los costos médicos anuales de un transgénero en las cantidades que se mueven en el sector militar representa menos de una démica del precio de un nuevo avión de combate F-35. O, una milésima fracción del uno por ciento del presupuesto anual del Departamento de Defensa.
En otras palabras, el precio de proporcionar atención médica a los miembros de los servicios transgénero es insignificante, y apenas “tremendo” como dijo el presidente.
(Traducción El Tiempo Latino/El Planeta Media)
