El huracán Irma ha dejado un panorama desolador tras su paso por El Caribe, particularmente en las islas Barbuda, Antigua, Anguilla, St. Martin y St. Barts. El ejército estadounidense lanzó una operación de rescate por tierra y agua para ayudar a los residentes de Puerto Rico y las Islas Vírgenes Británicas.
Hasta ahora se han reportado 16 personas muertas. Se espera que la cifra aumente luego del pasó por las islas Turcas y Caicos, y las Bahamas.
Mientras la noche comenzaba a caer el jueves, la tormenta más poderosa jamás registrada en el Océano Atlántico estaba castigando al país más pobre del hemisferio occidental: Haití, una nación que todavía se recupera de un masivo terremoto de 2010 y del huracán Matthew en octubre pasado.
Mientras Irma se alejaba de la nación vulnerable, las evaluaciones de las organizaciones de ayuda comenzaron en el norte propenso a las inundaciones. La tormenta pasó más lejos de la costa de lo que algunos habían predicho, y las indicaciones muy preliminares indicaron que el daño quizá no había sido tan malo como se temía.
Sin embargo, hubo indicios de graves daños en algunas comunidades. Casas en Malfeti, un municipio de varios miles cerca de la ciudad del noreste de Fort Liberty, fueron inundados “hasta los techos”, según el alcalde de Fort Liberty, Louis Jacques Etienne, quien también es responsable de la pequeña municipalidad.
La Agencia de Protección Civil de Haití informó el viernes que una persona desapareció y tres resultaron heridas, incluyendo dos en la ciudad de Dondon, al norte, cuando un árbol se derrumbó en su casa. Una tercera persona resultó herida en la ciudad norteña de Cap-Haïtien.
La agencia reportó “inundaciones moderadas” en cuatro provincias del norte y dijo que un puente que une Haití a la República Dominicana se había derrumbado en la ciudad fronteriza de Ouanaminthe.
El jueves por la noche, el centro de la tormenta también pasó muy cerca de las Islas Turcas y Caicos, con vientos de Categoría 5. La oleada de tormenta era especialmente preocupante, ya que el agua tenía el potencial de elevarse de 16 a 20 pies por encima de la tierra, lo que causaría una inundación extrema.
Durante el jueves Irma llegó a República Dominicana, que comparte Hispaniola con el empobrecido Haití, el director de defensa civil, el general Rafael A. Carrasco, dijo que al menos 2.721 viviendas fueron dañadas. El gobierno dijo que cerca de 7.000 personas habían sido evacuadas de sus hogares y que 7.400 turistas habían sido trasladados de hoteles en la playa de Bavaro, Puerto Plata y Samana a la capital, Santo Domingo.

EFE/Luis Tavarez
Personas observan una calle inundada el 7 de septiembre, en Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Lluvias y vientos desde las 3:00 a.m. de este día inundaron la calle 4B y 11 del sector Hoya del Caimito, donde al menos 150 casas quedaron inundadas por la crecida del arroyo que cruza por esta barriada. Más de 5.500 personas han sido evacuadas en República Dominicana a causa del poderoso huracán Irma.
Antes de eso la tormenta había golpeado varias islas desde Puerto Rico hasta el norte de las Antillas Menores.
Mientras que el centro de Irma pasó justo al norte de Puerto Rico el miércoles, una ráfaga de viento de 63 mph se registró en San Juan el miércoles por la noche, y más de 900.000 se quedaron sin electricidad. En Culebra, Puerto Rico, una pequeña isla a 17 millas al este del continente, una ráfaga de viento registró 111 mph enla tarde.
El miércoles el ojo de la tormenta también había pasado por Virgin Gorda en las Islas Vírgenes Británicas, y arrasó con St. Thomas. Allí se registraron ráfagas de viento de 131 mph en Buck Island y 87 mph en St. Thomas.
Entre el martes por la noche y el miércoles por la mañana, el huracán pasó directamente por Barbuda y St. Martin en el norte de las Islas Leeward, el huracán más fuerte jamás registrado en esa región. La isla de Barbuda prácticamente desapareció. El 60% de sus residentes quedó sin hogar. Por ello, el Primer Ministro de la isla, Gaston Browne, suplica ayuda para reconstruir la isla y evacuar a sus residentes antes que el otro huracán, José, llegue el fin de semana.
En St. Martin la situación aún parecía fuera de control, con poca vigilancia policial y saqueos en los supermercados. Tampoco hay electricidad, agua ni gasolina.
La estación meteorológica registró una ráfaga de viento de 155 mph en Barbuda antes de quedarse sin conexión. La tormenta también pasó directamente sobre Anguila, causando graves daños.
(Con información del Washington Post)