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La oposición de Venezuela tomó un riesgo que podría no resultar

Si las elecciones de Venezuela el domingo probaron algo, es que la oposición del Presidente Nicolás Maduro cayó en una trampa: ¿cómo peleabas por el poder en las urnas electorales en un país en el que ya no existen reglas democráticas?

El solo hecho de que la oposición haya participado en las elecciones por las 23 gobernaciones fue también un riesgo calculado. Tan temprano como en julio, el gobierno de Maduro sostuvo una elección para crear una Asamblea Constituyente con sus partidarios, la cual  fue condenada internacionalmente como una maniobra para tomar el poder de manera fraudulenta. La oposición boicoteó la elección para no validarla. Pero esta vez si participó, calculando que podía retomar de nuevo algún vestigio de poder.

Sin embargo el domingo, Maduro – el sucesor de Hugo Chávez,  que murió en 2013 – logró una sorprendente victoria,  algunos dicen que demasiado sorprendente. El gobierno ha limitado el tiempo al aire de la oposición en los medios y a último momento reubicó cientos de centros electorales en los distritos antigobierno. Pero el domingo en la noche, los socialistas de Maduro ganaron 17 estados y la oposición cinco – con una estado todavía por disputarse.°

Si la misión era mostrar al mundo que Maduro no juega limpio – y en parte era esa – entonces se puede considerar misión cumplida. Los Estados Unidos, que ya ha sancionado a Maduro y su círculo interno buscando sacarlos de su sistema financiero, denunció contundentemente la elección. También amenazó sutilmente acerca de otras medidas por venir.

“Vamos  a trabajar con los miembros de la comunidad internacional y usar todo el apoyo del poder económico y diplomático para apoyar al pueblo venezolano en su búsqueda por restaurar la democracia”, dijo en una declaración la portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Sin embargo, los analistas dicen que los resultados podrían ahora dejar a la oposición más débil de lo que estaba. Algunos venezolanos antigobierno argumentan que con haber ido a las elecciones la oposición ayudo a Maduro, otorgándole credenciales para aparentar una democracia que ya no existe. Otros se decepcionaron de que la oposición no denunciara con mas fuerza las tácticas del gobierno inmediatamente al cerrar las elecciones.

Ciertamente, la coalición de la oposición pareció estar un poco ciego a finales del domingo, al menos de manera momentania, ofreciendo acusaciones vagas que sugerían un juego sucio pero sin pruebas de fraude en los votos. Dijo que el gobierno ha estado haciendo trucos sucios en la campaña electoral pero no pudo presentar pruebas directas de fraude en los votos. Dijo que el gobierno hizo trucos sucios en la campaña electoral y el día de la votación, alegando que compraron a votantes con dinero en efectivo y mandando a sus colectivos para intimidar a los votantes de la oposición.

Pero, ¿el gobierno hizo trampa en las urnas electorales?. Las contradicciones sugieren la posibilidad. Por ejemplo, Carlos Ocariz, el candidato opositor para la gobernación del estado más importante de Venezuela, Miranda, dijo que los “exit polls” (encuestas de salida) de su campaña mostraban 9 puntos porcentuales de ventaja para él – una gran discrepancia con la cifra oficial que favoreció a su oponente, un simpatizante de Maduro, 52 a 46 por ciento.

Pero es difícil probar de manera categórica un fraude cuando los poderes democráticos están tan restringidos. Ocariz dijo que el gobierno pareció haber tenido mejores resultados en las áreas rurales en las que los testigos de la oposición, permitidos legalmente, presuntamente se les negó la entrada al lugar de conteo. Adicionalmente, dijo que las señales de teléfono se cayeron en algunas áreas en las que el gobierno extrañamente sacó mas votos de lo normal, lo que limitó la habilidad de la oposición para monitorear las votaciones en esos lugares.

Pero aún así reconoció que la oposición estaba lidiando con una electorado tan cansado y frustrado por las tácticas del gobierno que muchos no se molestaron en ir a votar.

“Hice todo lo que pude”, dijo. “Le levantamos la moral a la gente, tratamos de despertarlos, y recorrimos todo el estado. Seguiremos haciéndolo….Esto no es acerca de un cargo, es acerca de cambiar el sistema que trae mentiras, frustraciones y pesimismo”.

En una rueda de prensa el lunes, la oposición rechazó nuevamente los resultados, diciendo que el proceso electoral es “fraudulento” y demandando una extensa auditoría externa hecha por observadores internacionales confiables. Sus próximos pasos no estuvieron claros, pero descartaron la posibilidad de negociaciones con el gobierno y exhortaron a la comunidad internacional a condenar al régimen y aumentar las sanciones.

“Fuimos a esta elección”, dijo Ángel Oropeza, el coordinador de la coalición opositora, “sabiendo que iba a ser arbitraria. Estábamos convencidos de que teníamos que pelear al régimen en este escenario también, para conquistar nuevos espacios y seguir luchando”.

Pero los resultados dejaron a la oposición en un atolladero mas profundo. Siguiendo el colapso de precios de la gasolina y los efectos corrosivos dede las políticas económicas erradas, los venezolanos están sufriendo una crisis histórica marcada por una grave escasez de alimentos y medicinas. Maduro mantiene su popularidad sumamente baja, con un apoyo de aproximadamente 23 por ciento. Pero sin duda, algunos venezolanos se apegan al gobierno por comida y trabajo, y lo siguen viendo como la vía de menos resistencia.

Muchos otros están hartos. Pero mas temprano este año, hubo meses de manifestaciones masivas en las calles que en un principio pusieron una enorme presión en Maduro,pero  no pudieron con el juego, dejando mas de 100 fallecidos. Las opciones que tiene ahora la oposición no son buenas.  ¿Se arriesga a participar en mas elecciones solo para enfrentar derrotas similares, quizás orquestadas? ¿O boicotea el proceso político solo para perder mas espacios en las elecciones locales de los próximos meses?.

Mientras tanto, la oposición ha tenido que lidiar con sus propios simpatizantes quienes están cada vez mas frustrados de su falta de visión en como enfrentar a Maduro.

“No solo estoy decepcionado del gobierno, pero también de una oposición que no hace nada”, se quejó Daniela Duarte, una desempleada de 38 años que se encontraba el lunes sentada en la Plaza Altamira de Caracas. “No están preparados o calificados para confrontar esto. Yo voté porque tenía esperanzas de que lo estuvieran. Pensé que responderían con fuerza y nos defenderían. Pero el gobierno nos robó nuestros votos, y simplemente no hacen nada”.


°Nota: desde publicación el último estado ya se decidió a favor del gobierno.

(Traducción El Planeta/El Tiempo Latino)

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