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Una periodista a tiempo completo

La periodista venezolana Maibort Petit admitió que la oportunidad única de demostrar que “el gobierno de Venezuela está involucrado en el narcotráfico” fue su principal motivación para trabajar en el caso de Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de la pareja presidencial de Venezuela, también apodados como “narcosobrinos”, y quienes fueron sentenciados a 18 años de cárcel por narcotráfico.

Después de 25 meses del arresto de los sobrinos de Cilia Flores y Nicolás Maduro, el jueves 14 de diciembre, el juez Paul Crotty de la Corte del Distrito Sur de Nueva York leyó la sentencia que condena a Campo Flores y Flores de Freitas, por conspirar para importar y distribuir 800 kilos de cocaína en EEUU a través de la organización criminal que lideraban.

“Fue la primera oportunidad para demostrar lo que había sido una hipótesis. La oportunidad de demostrar que los carteles de la droga están vinculados al gobierno. El hecho de que dos familiares directos de la pareja presidencial hayan sido capturados en su intento de traficar esa droga era un caso extraordinario desde el punto de vista periodístico y politológico”, dijo Petit a El Tiempo Latino. “Todo ese juicio y declaraciones se podían ver en vivo desde un tribunal y no me podía perder ni un solo detalle”, agregó.

Campo Flores y Flores de Freitas fueron detenidos el 10 de noviembre del 2015 en Haití, tratando de introducir la droga a los EEUU, según lo determinaron agentes de la Policía Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA). “La gente me preguntaba que cómo yo podía escribir sobre ese caso de los Flores y es que la información es tan escandalosa que yo no necesito poner adjetivos calificativos porque ya de por sí es un escándalo y refleja lo que está ocurriendo en Venezuela”, subrayó. “Los venezolanos somos muy apasionados y como estamos llenos de dolor por lo que está ocurriendo a veces mantener la objetividad es un verdadero reto. Pero estamos obligados a hacerlo”, admitió.

Graduada en la Universidad del Zulia en Venezuela, Petit trabajó en importantes medios de comunicación hasta que tuvo que emigrar y exiliarse en EEUU, país desde donde ha investigado casos de corrupción, narcotráfico y lavado de dinero, trabajo por el que ha sido víctima de varias amenazas de muerte.

Su ética y responsabilidad periodística han sido más fuertes y ella no se ha amilanado a la hora de investigar y denunciar. “La motivación desde el punto de vista del investigador, del científico político, puedo decir que era apasionante en este caso, era ver la confirmación de la tesis”, agrega Petit, quien dejó su país y se marchó a una ciudad en Florida en 2006.

Afirmó que no pensaba radicarse en EEUU sino que “tenía ese sueño que todavía sigue vivo que es ver a Venezuela retornar a la democracia” pero el exilio se ha alargado “tanto que estoy aquí todavía”, destacó la comunicadora quien contribuye a hacer realidad ese sueño con su trabajo de investigación.

“Desde el punto de vista periodístico, [el caso de los narcosobrinos] me dio la capacidad de tener todos los elementos para describir cómo las organizaciones criminales tenían  acceso directo, por ejemplo, a la Rampa 4 del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, donde las medidas de seguridad son extremas.

Cuando uno ve eso y escucha a los sobrinos diciendo que ya ellos habían mandado droga por ahí, uno sabe que pasa algo, que si se hace es porque el gobierno sabe que se está haciendo”, asegura Petit.

Afirmó también que esa motivación  “creció en la medida en la que fueron surgiendo más y más elementos y la gente de Venezuela quería que se les informara de lo que el régimen quería que no se informara”, dijo.

“Era una motivación impulsada por la gente que me llamaba y me pedía por favor que informara. Me mandaban mensajes, mi número de teléfono se difundió por todos lados, tengo como 4 mil contactos de Whats- App, gente que yo no sé quién es, pero gente extraordinaria, que ama a Venezuela y que está comprometida”, continuó. Ante las amenazas de muerte y la violación de sus cuentas de Internet y computadoras, Petit reconoce que recibió ayuda de mucha gente. “Me daban secretos, datos sobre cómo difundir la información en Internet para que no me la eliminaran y a la larga creo que logramos el objetivo porque la gente obtuvo la información, se evadió la censura con este tema”, dijo.

“También me motivó muchísimo que empezaron medios de otras partes del mundo a pedirme información porque ellos no tenían acceso a los expedientes, a lo que yo estaba viendo. Yo escribí unas crónicas tratando de ser lo más elocuente posible sobre lo que ahí había y que la gente no podía ver y les encantó, tenía millones de lectores en cada crónica que escribía de los sobrinos y la gente pedía más”, señaló. “Fue la sociedad la que me motivó, la coyuntura que se generó entre la información que quería la gente y lo que el gobierno quería que no se informara. Eso generó que el escándalo explotara el doble porque cuando hay alguien que quiere que algo no se informe es porque tiene algún interés sobre eso y en todo caso el gobierno silenció para ocultar la información en Venezuela”, concluyó Petit.