Cuerpos de seguridad del Estado venezolano ingresaron a los calabozos de la cárcel política, El Helicoide, para retomar el control de los calabozos, que habían sido tomados por los presos políticos y presos comunes desde el miércoles.
Este hecho fue confirmado la mañana de este viernes por el reo Vilca Fernádez, detenido arbitrariamente en enero de 2016, al decir que mediante negociaciones lograron la libertad de los menores de edad que se encontraban recluidos en el lugar, el traslado a otros penales que le correspondía a más de 68 presos, la revisión del estatus de los casos de cada privado de libertad y la posibilidad de accesar a un servicio médico-forense.
Por otra parte, Fernández aseguró que siguen luchando por la libertad de todos los presos políticos, como también por el respeto a los derechos humanos de quienes siguen recluidos.
Agradeció profundamente al apoyo recibido por la Iglesia católica, la comunidad internacional, a sus familiares. Finalizó la declaración diciendo que están bien, a pesar de que siguen encerrados en El Helicoide y se están respetando “medianamente” los derechos de los que aún están recluidos ahí.
Las declaraciones de Fernández trajeron consigo la tranquilidad de familiares y allegados, pues la última fe de vida había sido recibida a las 5:30 p.m, mediante un audio enviado por un activista de derechos humanos que se encuentra detenido en la cárcel política y pedía ayuda porque, a pesar de que estaban negociando, les decían que no les podían garantizar sus derechos.
Sin embargo el periodista venezolano, Luis Gonzalo Pérez, precisó a las 10 p.m. que los detenidos que permanecían dentro de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) se encontraban bien, acompañados por un grupo de 10 fiscales del Ministerio Público que estaban realizando entrevistas de forma personal.
La tarde de este miércoles, los presos recluidos en la sede del Sebin, mejor conocida como El Helicoide, tomaron el centro de reclusión para exigir el respeto a los derechos humanos, revelando además irregularidades en el debido proceso de los reos y arbitrariades como la detención de al menos cuatro menores de edad.
La toma de control del penal se extendió hasta el jueves, donde Fernández alertó poco después del mediodida que cuerpos armados querían ingresar por la fuerza a las celdas y pidió “auxilio” por las vidas de los detenidos.
Después del ingreso, el preso político, Richard Camaro, sufrió un infarto a causa del hecho violento y murió en el acto. Tras negociaciones lograron algunos de los objetivos planteados en principio.
Según una carta de los internos difundida este jueves, en el servicio de inteligencia (Sebin) hay 10 presos con boletas de excarcelación, 43 con órdenes de traslado, tres sin juicio y cuatro menores.
Con información de La Patilla.