El diálogo nacional nicaragüense quedó suspendido indefinidamente debido a la atroz represión del gobierno de Daniel Ortega y sus turbas a las manifestaciones pacíficas y libres de los ciudadanos, anunció la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) mediante un comunicado.
La decisión se tomó en vista de las más de 10 personas asesinadas este miércoles durante la marcha de las Madres de Abril, que dejó también decenas de heridos en Managua y Estelí.
Los ciudadanos permanecen en las calles exigiendo la salida del poder de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, explicó que la iglesia católica “condena enérgicamente y en modo absoluto la violencia organizada y sistemática contra el pueblo”.
Báez denunció que hay grupos armados afectos al régimen de Ortega asesinando a los nicaragüenses.
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