Mientras el senador federal Jeff Merkley hacía su intento por ingresar a un centro federal de detención con niños migrantes, ubicado en el estado Texas, las autoridades y cuerpos de seguridad negaron al diplomático entrar al lugar, situación que derivó con estos llamando a la policía.
De acuerdo con información revelada por la agencia AP, Merkley tenía la intención de hablar con el administrador del centro, pues, según informó a los medios que se presentaron en el sitio, vio a menores de edad durmiendo en jaulas.
“Tienen grandes jaulas”, indicó el político, las cuales, según logró observar, están conformadas por cercas, cables y redes. Estas están hechas de esta forma también en su parte superior “para que la gente no pueda salir”.
El hecho tuvo como epicentro Brownsville, ciudad ubicada en la frontera entre Estados Unidos y México, como lo demostró Merkley a través de una transmisión en vivo por Facebook.
“Todos los ciudadanos estadounidenses tienen un interés en la manera en que se trata a estos niños y cómo se ejecutan estas políticas”, denunció. A su vez, confesó que ningún elemento perteneciente al Congreso norteamericano ha pasado por las instalaciones. Sin embargo, dado que la estructura fue creada, y se mantiene, con el dinero de los contribuyentes, tanto los políticos como miembros de la prensa cuentan con todo su derecho de pasearse por el lugar para documentar lo que ahí sucede.
El caso, dijo, es parte de una política negativa aplicada por el presidente Donald Trump, quien está “arrancando” a los más pequeños de sus familias, todo esto, claro está, enfocado en los miles de migrantes que buscan nuevas oportunidades en Estados Unidos.
Luego de declarar a los medios presente en el lugar, un directivo de Brownsville se presentó para expresarle que, si bien no contaba con la autorización para hablarle sobre la dinámica en el centro de detención, le brindó un número de teléfono al senador para discutir con la oficina de relaciones públicas del Departamento de Salud y Servicios Humanos en Washington.
“Los niños que antes permanecían junto a sus familias, son separados de sus familias y retenidos aquí por las nuevas políticas que ahora implementa el secretario de Justicia”, comentó a las autoridades con clara molestia. “Y ni el equipo del secretario de Justicia ni la Oficina de Reasentamiento de Refugiados quieren que se sepa lo que ocurre detrás de estas puertas”.
Las repercusiones del polémico caso llegaron hasta Jeff Sessions, Secretario de Justicia norteamericano, quien anunció recientemente la aplicación de un plan destacado por ser conformado por una “política de tolerancia cero”, pues prometieron presentar cargos penales contra aquellos que de forma ilegal cruzan la frontera hacia Estados Unidos.
Esto aplicará para todos, incluso para los que ni siquiera tengan delitos en su haber.
Una vez preguntado sobre lo que ocurrió con Merkley y todos los detalles del centro de detención, los funcionarios que hacen vida en la oficina de relaciones públicas del Departamento de Salud y Servicios Humanos le comentaron a la prensa que aún están trabajando para dar una respuesta.