En un año lleno de protestas, muertes impunes y detenciones por motivos políticos, el 2017 fue para Venezuela un lapso gris en su historia. Así, sobre todo con los hechos que se suscitaron entre los meses de abril y junio, los Derechos Humanos se vieron vulnerados.
De acuerdo con el informe anual del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), el periodo dejó los indicadores más bajo en la materia desde el año 1989.
De acuerdo con información de EFE, la organización reveló el gran retroceso al que fue sometida la nación caribeña, donde las autoridades, encabezada por el presidente Nicolás Maduro, hicieron de la impunidad su carta de presentación.
La situación fue comparada con el popular Caracazo, estallido social de 1989 que dejó balance de al menos 250 muertos.
El documento de la ONG refirió que “en Venezuela formalmente no hay un conflicto armado ni una guerra, pero hay tantas víctimas como si lo hubiera”.
El texto centró su peso en la “criminalización” de las protestas contra el mandatario, las cuales cobraron la vida de más de 120 inocentes y de las cuales un tercio habrían sido atribuidas a “las fuerzas de seguridad” del Estado.