Con casi una hora de retraso y presencia de varios religiosos el sacerdote José Adonay Chicas Campos fue trasladado de la Subdelegación de Zaragoza al Juzgado de Paz de ese mismo municipio para que enfrente la audiencia inicial por los delitos de agresión sexual, corrupción de menores haciendo uso de tecnologías de la comunicación y remuneración por actos eróticos.
Al momento del traslado los feligreses se avalanzaron para cubrir con sombrillas al líder religioso y de esa manera impedir que los periodistas lo fotografiaran o filmaran en vídeos, algunos religiosos hasta se colgaron de las cámaras de los reporteros para obstaculizarles su trabajo.
Y es que la distancia que debían recorrer para poner al cura a la orden del juez no era más de 5 metros, al frente de la Subdelegación policial.
Más tarde los fieles empezaron a orar por el resultado de la audiencia pues a su juicio, el párroco es inocente y todo es calumnia y difamación.
La Fiscalía ordenó el viernes su captura tras haber supuestamente abusado sexualmente de un menor de edad al que le pagaba, después de cada acto, para que no lo denunciara.
Según la investigación, el párroco habría abusado del menor en los últimos dos años en la casa parroquial de la iglesia de Zaragoza y sus padres descubrieron el caso en conversaciones encontradas en el celular a través de whatsapp, en donde al parecer, el sacerdote pedía fotos desnudo al muchacho.
El fiscal del caso manifestó que la acusación contra el sacerdote Chicas Campos está sustentada con entrevistas a testigos y extracción de informática forense a celulares. Se desconoce si hay más víctimas en el caso.
Fuente: El Salvador.com
